Mary Read nació a finales del siglo XVII en el condado de Devon, Inglaterra, unos 180 kilómetros al sur de Londres. Fue la segunda hija de una madre joven cuyo esposo se fue al mar y jamás regresó.
Sin medios para sostenerse, la madre de Mery la vistió con ropas de varón y la crió como un niño. A los 13, consiguió trabajo de limpiador de calzado en un burdel.
A los 30 años, con dificultades económicas, Mery decidió buscar fortuna en otro sitio. Volvió a vestirse de hombre y, tras una temporada en un regimiento de infantería, embarcó con destino a las Antillas.
Ya embarcada por el Caribe, el barco de Mery fue asaltado por el capitán Calico Jack. Él le ofreció sumarse a su tripulación o morir. En ese momento Mery se sumergió de lleno en la vida pirata.
Mery le mostró sus pechos y gritó: “Me tomaste por una mujer y me diste una bofetada. ¡Pues bien! Es verdad que es una mujer quien hoy te mata. Que esto sirva para que otros aprendan a respetarla”.
En 1720, el barco de Mery fue hundido por el capitán Jonathan Barnet. Toda la tripulación fue capturada y llevada a juicio.