Para interpretar al Diego en la miniserie de Amazon Prime, el actor tuvo que aumentar veinte kilos. Mientras atravesaba esa transición escribió este diario.
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Me pidieron que aumente de peso y me pagan por eso. Nunca tuve abdominales marcados ni panza. Hoy es 22 de junio de 2018, tengo 56 años y en dos meses aumenté 7 kg.
1.
Necesito llegar a los 110 kg para tener la forma del personaje. El contrato indica que una vez terminada la grabación me van a acompañar hasta llegar al peso con el cual empecé.
2.
Lo extraño es que lo que me dicen mis conocidos: —¡Qué raro tenés el pelo! —No me cambié el corte. Subí de peso. Si engordás para un trabajo está justificado. Si no, es un estigma. Nadie se banca verme así.
3.
Ahora peso 106 kg. Me sacan una foto por semana. Veo cómo me crecen las tetas, el culo, la panza. ¿Cómo me siento? Como el orto. Me cuesta adaptarme a un nuevo cuerpo. Me cuesta respirar.
4.
Mi trabajo es comer. Me traen la vianda a mi casa. Ni siquiera tengo que ir al súper. No quieren que camine. Respiro por la boca.
5.
En poco tiempo me creció el abdomen, mis piernas están flacas, la cara más ancha. En casa no tengo espejos, solo el del baño.
6.
Haber sido un galán te condiciona. Te hace sentir que todo se sostiene a partir de lo estético y que lo lindo, lo bueno, es el peso justo.
7.
Ahora me dicen: —¿Qué te pasa? Estás grueso. —Estás un poquito hinchado. —Che, Palomino ¡aflojale a los postres! Nunca olvidaré la mirada del otro.
8.
No encuentro ropa XXL. Sólo consigo en la feria de Plaza Los Andes. En el Alto Palermo no existe ese talle, y el XL equivale a un L. Nunca pensé que iba a atravesar esta experiencia.
9.
No me quejo, analizo. Y pienso cómo se discrimina por el color de la piel. En Perú quise interpretar a San Martín y me dijeron que no, que San Martín no era de mi color.
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Mi madre, que vive en Mar del Plata, acaba de llegar a mi casa. Llevamos 4 meses sin vernos. —No te puedo ver con esa panza.
11.
La respiración cambia, eso me preocupa. El cuerpo se está acostumbrando al exceso, estoy convencido. El gran desafío es cómo volver al “no exceso”. Será otro gran viaje hacia atrás, un rewind.
12.
Luego de la última toma mi cuerpo empezó a bajar. Solito y solo. En mí la epigenética funcionó. Me refiero a esa cosa de mimetizarte con tu rol, algo psicológico que el cuerpo entiende.
13.
Modificar mi cuerpo me permitió entender lo que habrá sentido él mientras se transformaba en un héroe caído. Me permitió comprender mucho más a Maradona.