El Congreso podría aprobar esta semana el acuerdo con el FMI para refinanciar la deuda que tomó el gobierno de Macri en 2018, cuando Argentina volvió a acudir al Fondo después de 13 años.
Es el préstamo más grande que el FMI le dio a un país en toda su historia.
Durante los próximos 12 años seguiremos hablando del FMI. Cada 3 meses vendrá un equipo técnico a revisar si los números responden a lo acordado. Hasta 2034 habrá que devolver lo prestado.
¿Cómo va a impactar en nuestra vida cotidiana?
Aumentarán la luz y el gas. Serán distintos según la capacidad económica de los usuarios. El 90% tendrá subas por debajo de la variación de los salarios, según la fórmula definida.
¡¿Más?! Sí: luego de cada acuerdo entre la Argentina y el FMI, aumentó la inflación. Sigue Precios Cuidados. Una mala: la suba de los precios de los alimentos y de la energía por la invasión a Ucrania.
No habrá mega devaluación, pero el dólar se moverá centavos, en línea con la inflación. Los controles a la compra siguen. Baja la brecha entre el oficial y los paralelos. El escenario depende de la nota que nos ponga el FMI en su auditoría trimestral.
¿Viajar al exterior? Con un dólar alto, olvidate. ¿Pasear por Argentina? El PreViaje quedará acotado (fue parte de los gastos excepcionales que hizo el Estado en pandemia).
El FMI pide tasas generosas: los plazos fijos tendrán mejor rentabilidad. Sigue el Ahora 12 y se mantienen las tasas actuales para saldar deudas de la tarjeta de crédito.
No habrá nuevos impuestos, como el aporte extraordinario a las grandes fortunas o un fondo patriótico para pagar la deuda. Habrá variaciones en bienes personales, vinculadas al revalúo inmobiliario.
Agro, industria automotriz, hidrocarburos, minería y economía del conocimiento, los sectores más competitivos de la economía (exportan, traen dólares para pagar la deuda).
Habrá un nuevo tipo de monotributo para incluir a trabajadores informales. El acuerdo prevé crear 220 mil puestos de trabajo en 2022. No habrá nuevos planes sociales ni salario universal.
El sueño de tener los sueldos más altos de América Latina, como en 2015, va a tener que esperar.