Ensayo

La Feria de Ciencias Humanas y Sociales en la UNSAM


Una ecología de saberes

Todos los años, al comenzar el ciclo escolar, también inicia la Feria de Ciencias Humanas y Sociales en la UNSAM. Escuelas secundarias del partido de San Martín y universidad se reúnen y co-construyen un espacio donde visibilizar las problemáticas que atraviesan su territorio educativo. Las voces de docentes, investigadores, tutores y estudiantes se funden en un proceso de creación y producción conjunta que ensaya nuevas formas de pensar y de actuar sobre la exclusión y estigmatización diaria. Juntxs, conjuran una apuesta por el derecho a la educación y por el derecho a la educación superior.

“La media 11 ya está reuniéndose para la Feria…volveremos”, “La escuela N50 está preparada para los encuentros”, “Sec 10 estamos” Entre emojis de 🥰, 👏 y 💪 el grupo whatsapp no para de sonar. Un nuevo año comienza y las escuelas están listas para encontrarse, pensarse, enseñar y aprender en la Feria de Ciencias Humanas y Sociales en la Universidad Nacional de San Martín. Carlos, en cambio, está preocupado: pronto se jubila y no sabe qué profe va a continuar su tarea de llevar a sus alumnos a la Feria cuando él no esté, no quiere que se pierda un ritual que se celebra desde 2016. “De alguna manera lo vamos a lograr”, dice confiado. 

La Feria de Ciencias Humanas y Sociales promueve el encuentro entre la UNSAM y las escuelas secundarias del partido de San Martín. Durante un ciclo lectivo, profesorxs e investigadorxs de la universidad apoyan y acompañan la tarea pedagógica de las instituciones. Juntxs, fortalecen los aprendizajes necesarios para transitar hacia la educación superior. También se promueve la vocación en ciencias humanas y sociales. Más de 100 escuelas, 8000 estudiantes, 600 docentes, 708 proyectos y 100 tutorxs fueron parte de esta iniciativa a lo largo de estos años. Son escuelas secundarias públicas y privadas, de diferentes modalidades (de jóvenes y adultos, especiales, de formación técnica y profesional). También se sumaron escuelas de otros distritos, inclusive de otras provincias y países.

Con cada nueva Feria se renueva la invitación a compartir proyectos de investigación creados en conjunto entre las escuelas, sus docentes y estudiantes, y la UNSAM, sus estudiantes, docentes e investigadorxs. La Feria es un encuentro entre muchxs, un proceso creativo que transcurre entre marzo y octubre y culmina con dos jornadas en el Campus donde las instituciones presentan su trabajo a la comunidad. Durante ese tiempo se realizan talleres, entrevistas, conversatorios y charlas. En diálogo, lxs docentes, investigadorxs y estudiantes recorren los pasos necesarios para llevar adelante una investigación y exploran las técnicas y herramientas de la creación audiovisual para comunicar. Además, se acompaña el proceso de enseñanza de lxs docentes en las escuelas participantes y se potencian las capacidades de lectura y escritura creativa y académica.

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Cintia Schwamberger es docente e investiga temas de discapacidad e inclusión en el LICH (EH/UNSAM-CONICET). Una vez por semana visita la escuela especial a la que acompaña como tutora. En el diálogo con las instituciones, la Feria se vuelve también un espacio en el que lxs tutores como ella pueden reflexionar sobre su propio campo de saber e investigación. Este viernes, una profe la recibe en la puerta. “Los chicos te esperan cada viernes como si fuera, siempre, la primera vez que venís y siempre quieren ir a la UNSAM”. 

“Uno de los jóvenes me preguntó en un taller si ellos también podían venir a estudiar a la UNSAM. En esa pregunta, entremezclada entre asombro, emoción, expectativa e incertidumbre se cuela también la noción fuerte del derecho”, reflexiona Cintia. El trabajo conjunto se transforma así en una apuesta por el derecho a la educación y por el derecho a la educación superior proclamado en las políticas y en leyes constitucionales. Un derecho poco garantizado, un derecho poco socializado pero que debe ser siempre un camino a seguir. 

La Feria es el derecho de ser, existir y ser parte de una comunidad de experiencias educativas tan potentes que trastocan o intentan reducir los espacios de exclusión y estigmatización. Es también un espacio de encuentro con el conocimiento, un aprender colectivamente, un hacer y pensar(nos) juntxs. Un espacio donde se funden las voces de docentes, tutores y estudiantes en el proceso de creación y producción conjunta. “Somos el objeto de nuestra propia investigación. Pensamos temas de nuestra vida cotidiana y la problematizamos”, dice una estudiante. 

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Es temprano por la mañana. Las producciones finales de los estudiantes llegarán pronto al Campus de la UNSAM. El personal de la universidad y el equipo de la Feria trabajan para dar vida a los espacios que serán habitados por las escuelas durante los próximos dos días. Desde las distintas entradas a la universidad ya se puede ver a los grupos de estudiantes y docentes que se acercan. En la carpa los espera con la inauguración formal del evento y un espectáculo artístico, se va armando la fiesta. Las voces ansiosas de lxs jóvenes que quieren comenzar a presentar sus trabajos se cuelan entre las palabras de autoridades que les dan la bienvenida. En el Tornavías, ya están listos los stands y cada escuela comienza con montar su espacio: mapas, afiches, fotos, esculturas, juegos, performances, cuadros con datos recolectados en los trabajos de campo. La fiesta continua, la música de los parlantes se mezcla con los relatos de cada estudiante contando sus proyectos. 

Las jornadas transcurren entre talleres, conversatorios con investigadores de la universidad, la presentación de sus videos documentales en el teatro Tornavía y la espera de la fiesta de cierre. La experticia se presenta en cada grupo de jóvenes y docentes que detallan el proceso de producción y sus temáticas de investigación. Es el tiempo de poner en común eso que se armó durante el año, en cada escuela, con lxs tutores, en grupos pequeños en talleres compartidos según temáticas de interés. Cada escuela, cada estudiante relata a otrxs el proceso de trabajo y sus resultados. “Vienen los padres y las madres de los y las estudiantes; algunos ni conocen una universidad. Verlo a Lucas —que quiere estudiar cine— filmando con la cámara me llena de alegría. La UNSAM y esta Feria nos permiten acercarle sueños a nuestros pibes y pibas”, cuenta una docente de sexto año de Historia de una escuela de Villa Ballester. 

Son días de observación, de escucha, de deseo de encuentros. Lxs estudiantes indagan sobre su historia personal y social, la presentan de modo íntimo. Instantes de sus vidas son llevadas a los proyectos y producciones artísticas y audiovisuales. Hablan de temáticas diversas que nacen de la invitación a identificar y visibilizar problemáticas sociales, personales, barriales y escolares por las que se sienten atravesadxs. Año a año se reiteran problemas relacionados con la urbanidad, la contaminación, el territorio y el ambiente. Hablan de género, diversidad, de problemáticas escolares, de violencias, hay expresiones culturales juveniles, arte, discusiones tradicionales de la filosofía y hechos de la historia argentina. Los proyectos presentados son expresión de las preocupaciones, intereses y problemas de lxs estudiantes y de lxs docentes que acompañan. De cierta forma, revelan sus anhelos, sus deseos, sus posibilidades. 

Una escuela de José León Suarez presenta “Del Humedal al Basural. Transformación ambiental en José León Suárez”.  Los estudiantes eligieron el registro fotográfico y entrevistas. Hablan del pasado y presente de lxs habitantes de los barrios aledaños a la CEAMSE, de su llegada, de la construcción de la Unidad Penitenciaria N°48  y de los cambios en el paisaje a la par del incremento de la contaminación. Imágenes y voces que recuperan esa transformación. Fotografías de momentos familiares a la vera del río Reconquista, en un picnic, una tarde de juegos, de pesca dan paso a los basurales informales que se multiplican en los bordes de los cursos de agua, imágenes aéreas de la CEAMSE. Lxs estudiantes se hacen preguntas: ¿qué hacer como habitantes del ambiente afectado? ¿por qué vivimos cómo vivimos? ¿cuándo se transformó José León Suárez en el lugar que hoy conocemos?. Les gustaría que su trabajo de investigación genere un impacto y una movilización comunitaria. Quieren crear una reserva ecológica y autosustentable. Reclaman el apoyo estatal correspondiente: “Queremos que esto no quede en la nada, y ver el cambio social y político por recuperar el espacio de todos”. 

“Tuve nervios, muchos nervios, pero pude hablar, también hablé frente a una cámara (cosa que nunca hice), pero estuvo buenísimo”, dice Naza a su tutora, Giuliana Pignataro estudiante del doctorado en EIDADES. Acaba de presentar el proyecto en el que trabajaron juntas, “Voces carcoveñas”, una producción audiovisual sobre los 90 años de José León Suárez. Para lxs estudiantes el contacto con la universidad es este vínculo que se construye entre muchxs hace ver y pensar el mismo tema desde un punto de vista nuevo. La Feria es una oportunidad para incentivar la búsqueda de nuevos modos en las ciencias humanas y sociales, esquemas de pensamiento, de saber y de hacer que combinen la crítica con la creatividad, poniendo el acento en el activismo. La creación de proyectos colectivos permite pensar fuera de las formas preconcebidas e ir hacia un nuevo pensar, nuevas formas de ver, escuchar, decir y transformar lo que nos sucede, lo vivido. La Feria es una experiencia que, en términos foucaultianos, está destinada a “arrancarnos de nosotros mismos e impedirnos ser siempre los mismos”.