¿Cómo entender la polarización en América Latina? ¿Cuánto se parece este escenario al estadounidense? ¿Representa una reacción a los avances en términos de derechos e igualdad en el período posneoliberal o se asienta en tendencias políticas de larga data? ¿Cuánto erosiona a la democracia regional? ¿Cuáles son los rasgos propios de la polarización en la esfera digital, especialmente en Twitter?
Para realizar esta investigación, Twitter fue nuestro laboratorio de pruebas. Como muestra de la discusión política argentina, descargamos millones de tweets en español que mencionaban a @alferdez (cuenta oficial del presidente argentino) entre el 9 de mayo al 9 de junio de 2020. Para comparar esta coyuntura con la estadounidense, también descargamos tweets en inglés que mencionaban a @realdonaldtrump (cuenta oficial del presidente de Estados Unidos) del mismo período. El objetivo: observar las trayectorias de ambas polarizaciones a través del tiempo. En los dos casos tomamos “fotos”: la primera corresponde a mayo y la segunda a junio. Para cada una de esas “fotos” construimos un grafo de interacciones en el que un nodo representa a un usuario que haya participado del debate digital en ese período; trazamos una línea entre dos usuarios si uno retwitteó al otro (gesto que es signo de endorsment, es decir de coincidencia y apoyo a lo twitteado originalmente).
La cantidad de usuarios que aparecen es del orden de las decenas o centenas de miles. Por eso, para visualizarlos mejor usamos el layout ForceAtlas2, que dibuja los grafos simulando fenómenos de atracción y repulsión entre los nodos en base a cuán fuerte es la unión entre ellos. Aquellos usuarios que interactúan entre sí están más cerca en la ilustración. Luego, identificamos a las principales comunidades, es decir, grupos con alta interacción entre sí y poca con usuarios de otras comunidades. Utilizamos el algoritmo Louvain, popular en el estado del arte, que detecta comunidades en base a qué tanto se comunican los usuarios dentro de ellas en comparación con cuánto lo hacen con usuarios fuera de la comunidad. Distinguimos las “comunidades principales”, según la concentración de usuarios. Buscamos conocer qué tópicos discute cada grupo y qué temas les interesan a los individuos que cambian de comunidad.
Los polos se componen de comunidades
El gráfico muestra la famosa grieta. Según nuestro algoritmo, el 70% de los usuarios se agrupan en cuatro comunidades principales: dos se encuentran en lo que podríamos llamar el polo oficialista y dos en el polo opositor. Esta es la “foto” registrada entre el 9 y el 16 de mayo en las redes argentinas.
En las redes sociales existen usuarios que se destacan por su cantidad de “followers”. Son las “autoridades”, personas o entidades conocidos fuera de Twitter, en el “mundo real”, y brindan claves sobre la configuración del discurso político en una sociedad.
¿Cuáles son esas cuatro comunidades principales y las “autoridades” de cada una?
Alberto (9.461 usuarios):
@alferdez, Alberto Fernandez, Presidente de la Nación
@paulitachaves, Paula Chavez, Conductora de TV
@telefenoticias, Telefe Noticias, Programa de noticias de TV
@elchatoprada, Pablo Prada, Productor de TV
@danielscioli, Daniel Scioli, Excandidato a presidente de la nación
@minsaurralde, Martín Insaurralde, Intendente de Lomas de Zamora
@MatiasLammens, Matías Lammens, Ministro de Turismo y Deportes de la Nación, excandidato a Jefe de Gobierno de CABA.
Cristina (19.051 usuarios):
@CFKArgentina, Cristina Fernandez de Kirchner, Expresidenta de la nación y actual vicepresidenta de la nación
@Kicillofok, Axel Kicillof, Gobernador de la provincia de Buenos Aires y exministro de economía de Cristina Kirchner
@rialjorge, Jorge Rial, Conductor de TV
@C5N, C5N, Canal de Noticias
@FernandezAnibal, Aníbal Fernandez, Exjefe de gabinete de Cristina Kirchner
@titifernandez1, Miguel Angel Fernandez, Periodista deportivo
@eldestape_radio, El Destape Radio, Radio de noticias
@VHMok, Víctor Hugo Morales, Periodista político
Cambiemos (19.850 usuarios):
@FerIglesias, Fernando Iglesias, Diputado nacional de Cambiemos
@herlombardi, Hernán Lombardi, Ex Titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de Cambiemos y Exministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
@gracielaocana, Graciela Ocaña, Diputada nacional de Cambiemos
@infobae, Infobae, Portal de noticias
@connieansaldi, Constanza Ansaldi, Conductora de TV
@perfilcom, Perfil, Diario de noticias
@majulluis, Luis Majul, Periodista político
@psirven, Pablo Sirven, Periodista político
Libertarios (2.338 usuarios):
@CarlosMaslaton, Carlos Maslaton, Economista libertario
@jlespert, Jose Luis Espert, Economista libertario y excandidato a presidente de la nación
@lilianafranco20, Liliana Franco, Periodista especializada en economía
@luisrosalesARG, Luis Rosales, Excandidato a vicepresidente de Jose Luis Espert
Estas comunidades están lideradas en su mayoría por políticos en actividad, oficialistas con cargos públicos y periodistas. La mayoría son hombres de 40 años hacia arriba. Las personas discuten con otros usuarios de su misma comunidad y muy poco con los de otras comunidades. Así fomentan la llamada “cámara de eco”.
¿De qué habla cada comunidad durante la pandemia? La de Cristina se enfoca en la deuda externa y el estado de la macroeconomía. La de Alberto se focaliza en temas de salud (como el estado de los hospitales y la referencia al mejor desempeño sanitario en comparación con otros países de la región). Los activistas de la comunidad de Cambiemos reclaman poder trabajar, la caída de la facturación de las PyMEs y la necesidad de habilitar medidas sanitarias para poder rehabilitar la actividad comercial de forma segura y evitar así la quiebra. Los miembros de la comunidad Libertaria también hablan de la situación de las PyMEs y también de la precarización del sistema sanitario (el sistema de guardias, la extensión de las jornadas y el incumplimiento del pago de horas extras).
En Estados Unidos también observamos dos polos pero las comunidades son distintas. Las tres comunidades principales abarcan al 73% de los usuarios, lo que a priori denota una mayor cohesión (o menor fragmentación) en la polarización. Las llamamos: Trump, Republicanos y Demócratas, nombres decididos en base a los usuarios más influyentes de cada una. Igual que en Argentina, la mayoría son varones que tienen 40 años y más. Sus perfiles son diversos pero siempre desde una élite: CEO de empresas, recaudadores de fondos de partidos, sacerdote anti Maduro, algunos actores y dirigentes de ONGs o “think tanks” y el Primer Ministro de Israel.
Demócratas (100.593 usuarios):
@HillaryClinton, Hillary Clinton, Ex candidata a presidenta de EEUU por el partido demócrata
@SenSanders, Bernie Sanders, Ex precandidato a presidente de EEUU por el partido demócrata
@CaslerNoel, Noel Casler, Comediante
@ProjectLincoln, comité de republicanos y ex republicanos contra la reelección de Trump
@eugenegu, Eugene Gu, CEO de Coolquit
@itsJeffTiedrich, Jeff Tiedrich, Militante politico anti Trump
@TheDailyShow, The Daily Show, Noticiero de TV
@kenolin1, Ken Olin, Actor y productor
@JohnBrennan, John Brennan, Ex-Director de la CIA de Obama
@funder, Scott Dworkin, Recaudador de fondos demócrata
Trump (87.662 usuarios):
@realDonaldTrump, Donald Trump, Presidente de EEUU
@POTUS, President Of The United States, Cuenta del Presidente de EEUU
@MbuyiseniNdlozi, político liberal de Sud Africa
@PadreJosePalmar, José Palmar, Sacerdote Católico opositor a Maduro y residente en EEUU @chuckwoolery,Chuck Woolery, Conductor de TV y músico
@FoxNews, Fox News, Canal de noticias
@Lord_Sugar, Alan Sugar, Empresario y asesor político
@IngrahamAngle, Conductora de noticiero en Fox News
@IsraeliPM, PM of Israel, Cuenta del primer ministro de Israel
Republicanos (53.184 usuarios):
@TomFitton, Tom Fitton, Presidente de Judicial Watch y militante de Trump
@WhiteHouse, White House, Cuenta de la Casa Blanca
@ScottPresler,Scott Presler, militante republicano
@PressSec, Kayleigh McEnany, Secretaria de prensa de la Casa Blanca
@thebradfordfile, sitio de alt-right
@DeAnna4Congress,DeAnna Lorraine, Política Republicana
@SidneyPowell1, Sidney Powell, Abogada y escritora
@BurgessOwens, Burgess Owens, Político Republicano
@BernardKerik, Bernard B. Kerik, Ex-secretario nacional de seguridad de Bush
@GOPChairwoman, Ronna McDaniel, Presidenta del comité republicano
En ambos países los presidentes tienen sus propias comunidades: se encuentran cerca (y en el mismo polo) del sector político que los apoyó y forma parte del gobierno. En el caso local se diferencia del partido y de la comunidad ligada a CFK. Esto puede deberse a que el presidente, además de participar en el debate político, tiene gran cantidad de contenido en redes destinado a comunicar la gestión presidencial. Este mismo comportamiento lo encontramos en análisis de datos de twitter en 2017 con Mauricio Macri.
En cuanto a los temas, los demócratas twittean sobre la presidencia de Donald Trump y sobre el concepto de fake news: lo acusan de difundirlas y lo critican por señalar a la CNN y al coronavirus de fake news. Los usuarios de la comunidad de Trump hablan sobre la salida de Estados Unidos de la OMS y le agradecen a su líder las medidas que está tomando. La comunidad Republicana habla de Trump y Obama y del “Obamagate” (la acusación a Barack Obama de estar conspirando contra Donald Trump) .
¿Qué podemos concluir sobre Twitter y el espacio público hoy? Que es una plataforma donde se configuran los discursos “desde arriba” y se difunden hacia la fracción más politizada de la sociedad. ¿Existen estos mismos polos y comunidades en la sociedad? ¿Los tópicos de twitter son también sus preocupaciones?
¿La presunta grieta de Twitter existe en “la vida real”? Diferentes estudios que se están realizando en varios países que muestran cómo se segmenta la actividad política según cada plataforma: las personas mayores de 50 años son activas en Facebook, las más jóvenes prefieren Instagram y YouTube. A su vez, se advierte que YouTube es una plataforma muy usada por la derecha y la ultraderecha en los países centrales. Twitter parece ser un lugar de mayor configuración de la grieta, tanto por las autoridades que la lideran como por la dinámica de alineamiento intra comunitario y de disputa intercomunitaria. Pero el interrogante es si en cada país hay una línea de continuidad entre la polarización en la esfera digital, en los medios tradicionales, en la dirigencia política y en la sociedad. En ese escenario multi escalar, la polarización en Twitter nos habla sobre todo de la oferta política más que de la demanda. En otras palabras, esto dice menos que sea un reflejo de la polarización social y que sean esos temas los que de manera menos visible preocupen, dividan o cohesionan a la sociedad. En todo caso, puede ser así en ciertas coyunturas electorales pero su intesidad es menor en la vida cotidiana.
¿Qué cambios se evidencian un mes después, en la segunda captura de datos? Los polos bien diferenciados se mantienen pero los usuarios que las componen no son exactamente los mismos, sino que algunos se mudan de comunidad y generan desplazamientos.
Cambiar de opinión en Twitter
¿Por qué alguien se mueve de una comunidad a otra? Para acercarnos a una respuesta armamos un modelo de aprendizaje automático (machine learning) que permite estimar qué usuarios cambiarán de comunidad política. Luego buscamos identificar los temas que les importan a quienes se desplazan.
En el caso de Argentina, los tópicos son: “Créditos hipotecarios”, “guardias médicas”, “salud y hospitales”, temas de debate coyuntural en plena pandemia y ligados a la vida cotidiana. De hecho, se trata de temas menos discutidos por el debate político entre gobierno y oposición. Dicho en otras palabras: los temas menos polarizados pero que importan son los que generan desplazamientos.
En la siguiente figura vemos cómo cada burbuja representa a una comunidad, y la nube de palabras describe de qué tópicos habla principalmente. Las flechas muestran los desplazamientos de usuarios entre mayo y junio de 2020. Los porcentajes indican la cantidad de usuarios respecto al total de la comunidad. Además, dentro de la fecha remarcamos el tópico de mayor interés para dichos individuos que migran.
La polarización es dinámica y las comunidades pueden cohesionarse y unirse en momentos electorales o coyunturas críticas. Al analizar los tweets correspondientes a las elecciones parlamentarias en Argentina del 2017 (los de la semana previa a las PASO y de la semana previa a las elecciones generales), vemos que el tema “Santiago Maldonado” era usado por los usuarios de las comunidades de 1Pais (el partido encabezado por Sergio Massa, presidente de la cámara de diputados por el Frente de Todos) y PJ (Lista encabezada por el ex ministro de interior y transporte, Florencio Randazzo, de la gestión de Cristina Kirchner) que migraron a Unidad Ciudadana (Cristina Kirchner, ex presidenta y actual vicepresidenta por el Frente de Todos). El tópico sobre la “venezuelización” de Argentina era usado por 1Pais y PJ que fueron a la comunidad de Cambiemos (Partido político liderado por Mauricio Macri). También se observó cómo la comunidad de Randazzo se desarmó entre las elecciones y sus miembros pasaron a otras comunidades más grandes (principalmente hacia 1Pais y Unidad Ciudadana).
Por otro lado, cuando hicimos un análisis equivalente para las elecciones presidenciales de Argentina del 2019, encontramos una dinámica similar con los partidos que sacaron menos de 3% de los votos: el Frente de Izquierda, el Frente NOS (Partido nacionalista conservador liderado por Gómez Centurión, director de aduanas y vicepresidente del Banco Nación de Argentina durante la gestión de Mauricio Macri) y UNITE (Partido liberal encabezado por el economista José Luis Espert). Los usuarios que estaban en las comunidades de dichos partidos luego migraron hacia comunidades más grandes. Esto permite ver qué temas interesan a cada grupo y la cercanía entre distintos partidos, al detectar cómo los usuarios cambian de comunidad política.
¿Qué pasa en Estados Unidos? El tema principal para los usuarios que cambian desde la comunidad republicana a la demócrata es el Obamagate. Lo que muestra la reacción de cierto sector republicano a las acusaciones dichas por Trump contra el ex Presidente. Por otro lado, el principal tópico para los individuos que migran de la comunidad demócrata hacia la republicana y la de Trump es justamente el tópico que denominamos “thank you”, en donde los usuarios le agradecen a Trump por distintas medidas que está tomando.
¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre Estados Unidos y Argentina? En ambos casos encontramos una polarización marcada, la cantidad de usuarios que migran de un polo a otro es pequeña, y en Argentina sigue habiendo una pluralidad de discursos y diversidad de temas que está menos presente en el bipartidismo estadounidense.
III. La polarización semántica
Medimos la “polarización semántica” a través de un método propio que procesa el lenguaje natural y las jergas de los usuarios. El índice toma valores entre 1 y 0, un mayor valor del índice denota un mayor nivel de polarización. Aplicamos nuestra medida en ambos países entre el 8 de mayo y el 23 de junio de 2020: obtuvimos un promedio de 0.85 en EEUU y de 0.74 en Argentina.
¿Qué pasa si se compara con otros países y coyunturas? Analizamos las polarizaciones en distintos contextos: el Impeachment a Trump, el debate electoral en Reino Unido, la nominación de Kavanaugh a la corte suprema estadounidense, las elecciones presidenciales en Brasil en 2018 y las discusiones en torno a Mauricio Macri también durante 2018. Si bien todos estos análisis nos dieron métricas que denotan una fuerte polarización, los casos estadounidenses también resultaron los más polarizados con un score promedio de 0.80, seguidos por Brasil con un 0.76, luego UK con 0.71 y finalmente Argentina con 0.69.
Se observa un mayor antagonismo semántico entre ambos polos en el caso estadounidense a lo largo del tiempo. Esto hace referencia a que las ideas que expresan en sus tweets (semántica) y la forma en que lo hacen (jerga) son distintas. También notamos una mayor inestabilidad en términos de retención de usuarios de cada comunidad y polo en el caso Argentino. Lo que podría marcar menos antagonismos y una mayor predisposición al intercambio. Por último, podemos notar que Brasil también parece tener una mayor polarización mientras que UK una más cercana a la Argentina, aunque estas son pistas para analizar en más en profundidad en futuros trabajos.
¿Qué implica que la polarización argentina sea más dinámica? Por un lado, debe ser entendida como tendencia de la política en América Latina. Como sostiene J.P. Luna, los ciclos políticos, la “luna de miel” con los presidentes electos y las coaliciones partidarias suelen durar cada vez menos. Esta inestabilidad genera un estado de perpetua amenaza a la legitimidad de los gobiernos. Las redes son parte de ese juego: la hiper exposición y el escrutinio constante por medios como Twitter favorecen esta aceleración de los ciclos políticos. Quizás sea un rasgo propio de una política con partidos más débiles que los del pasado. Ni una anomalía ni una crisis temporaria, sino una mutación en la lógica de las democracias de la región.
La polarización es un concepto polisémico, un recurso disponible activado desde arriba -y a veces también desde abajo- frente a temas parteaguas. No caben dudas: la polarización tiene beneficios electorales. Que sea una polarización más dinámica es un potencial de diferendos y fisuras entre las comunidades de cada polo, pero también posibilita una conversación más plural y democrática, más deliberativa, con acuerdos primarios y diferendos secundarios. La incógnita es que los acuerdos primarios suelen ser motores de polarización, de modo de acrecentar la oposición con el otro polo y eso puede ser inquietante. Y esto se relaciona con la pregunta y preocupación por la erosión democrática. Los desplazamientos muestran plasticidad, reflexividad, capacidad de moverse según las propias convicciones, con temas ligados a problemas públicos y concretos, como el aumento de la cuota del crédito hipotecario o la calidad de la atención hospitalaria. Quizás la polarización -que en la literatura de redes es el motor del cambio, de ruptura de status quo- sea un dispositivo coyuntural de la dinámica de las democracias más que una amenaza a su continuidad. Posiblemente sea ambas cosas.