Javier Milei tiene una enorme virtud para hacer política: su audacia no tiene límites. Tal vez porque no tiene nada que perder más allá de su hermana o sus perros, va por todo. Es la gloria o la nada. Tiene, además, la total convicción de que llegó para transformar la Argentina, conduciendo un experimento de altísimos costos sociales celebrado mundialmente por milmillonarios antiestatales que van desde Elon Musk hasta Marcos Galperín. Convencido de que domó la inflación (¿seguro?) y de que ahora vamos camino al paraíso (¿para cuántos?), envalentonado porque sin poder territorial y en precariedad legislativa se consolidó políticamente, encarará su segundo año con dos objetivos. Primero, ser el único representante de todo lo que va desde la centro derecha a la ultraderecha, por eso estas semanas profundizó el proceso demolición de Mauricio Macri para someterlo o aniquilarlo. Segundo, polarizar con Cristina Kirchner, en una riesgosa jugada que puede o bien terminar de “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo” o, quizás, demostrar que sigue vivo y con capacidad de arruinar sus planes.
El Presidente tiene pocas ideas, pero claras. Una de ellas es que no hay lugar para dos representaciones del “cambio”. Un fragmento de la serie SENNA ilustra este pensamiento de Milei. En sus inicios, años antes de llegar a la Fórmula 1, Ayrton Senna va a correr a Inglaterra. En su mismo equipo había otro corredor, el argentino Enrique “Quique” Mansilla. La rivalidad se manifiesta de entrada y empieza a crecer con el correr del campeonato. Senna le dice a su pareja: “corre con el mismo auto que yo, es mi adversario”. El PRO todavía tiene algo del electorado que en el ballotage votó a Milei y eso explica porque Milei avanza contra el ex Presidente. El jueves en CPAC, la cumbre ultraderechista, dijo: “Esos mediocres, tibios, que reclaman por las formas, parece que fueron muy opositores al kirchnerismo, pero perdieron siempre”. Más directas fueron las expresiones de la semana pasada del oficialismo. Luego del fracaso de la sesión en diputados por la ley de Ficha Limpia, un proyecto que quedó en evidencia solo querían Macri y Silvia Lospenatto, el ex Presidente habló a través de la cuenta del PRO en X: “Mientras los diputados del PRO cumplieron el mandato que nos dieron nuestros votantes, el Gobierno decidió estar del otro lado. No vamos a callar cuando se juega a favor de los corruptos”. Le respondieron Karina Milei y Santiago Caputo. La Secretaria General de la Presidencia, a través de la cuenta de la Libertad Avanza, dijo: “Durante el Gobierno de Macri no se trató ningún proyecto de Ficha Limpia. Es repugnante el optimismo como herramienta de acción política. Es repugnante el oportunismo como herramienta de acción política.” El asesor presidencial habló a través de la cuenta de Las Fuerzas del Cielo: “Mauricio, por décima vez, no te vamos a dar la Hidrovía”, haciendo referencia al pornográfico lobby que Macri hace tanto en público como en privado en favor de la empresa neerlandesa Boskalis Dredging International para que obtenga la licitación del dragado.
La idea generalizada en la Libertad Avanza es debilitar aún más a Macri para someterlo y conseguir así que el PRO fusione a sus candidatos en listas confeccionadas por el Presidente y Karina Milei, debiendo aceptar como condición la cantidad y el posicionamiento de lugares que ambos decidan darle. Juegan con una idea: si el PRO decide disputar el electorado con listas propias, puede llegar a hacer la peor elección de su historia. Además, si Macri toma esta decisión, ¿cuántos candidatos competitivos preferirán seguirlo antes que decidir pasarse unilateralmente al oficialismo? Diego Santilli, por ejemplo, el candidato que mejor mide del PRO en la Provincia de Buenos Aires, ¿qué hará? Milei sabe que el ex Presidente corre el riesgo de no poder frenar el desbande.
Quien observa con satisfacción el proceso de demolición contra Macri es Cristina. Si su enfrentamiento con Milei es político contra el ex Presidente además es personal. Nunca le va a perdonar que la persecución judicial haya alcanzado a su hija Florencia. La ex Presidenta se ve beneficiada políticamente por otra decisión de Milei, la de polarizar con ella. Los intercambios que se dedican en redes ya son un subgénero en X. Mientras tanto, Cristina se mueve como si fuera a ser candidata, con recorridas semanales en el Conurbano Bonaerense y reuniones diarias con dirigentes de todo tipo. Con un mismo movimiento, se garantiza dos jugadas posibles: o efectivizar una candidatura el año que viene y poner detrás suyo a todo el peronismo opositor o ser la gran electora del espacio. Cristina ya no es el sol de la política argentina, lugar que pasó a ocupar Milei, pero es la dirigente opositora que por ahora irradia más calor a un sector importante del electorado.
El Presidente quiere vencer a Cristina en las urnas. Hay ahí otra gran diferencia con Macri. Ese es uno de los motivos por los que se cayó la sesión de Ficha Limpia, proyecto empujado por el macrismo y cuya principal finalidad es impedir que CFK se presente a elecciones. La Libertad Avanza fue el espacio que más contribuyó a que no haya quórum, ausentando a ocho de sus diputados. Es cierto también que Germán Martínez le advirtió a Martín Menem que si impulsaban la sesión el bloque de UP podría poner en jaque la posibilidad de su continuidad como Presidente de la Cámara, algo que, caída Ficha Limpia, se ratificó finalmente este miércoles. Consultada por el periodista Rodis Recalt en su recomendable podcast “Generación 94” acerca de si existe algún tipo de acuerdo con el oficialismo, Cristina dijo: "Los escucho decir eso y pienso que me están tomando el pelo (...) ¿Quiénes son los que lo aprobaron y no podemos conseguir que Diputados derogue el decreto 70? En el Senado derogamos el decreto 70 y no podemos conseguir los números en Diputados. ¿Y quienes no se juntan? Los dialoguistas y el PRO. Son ellos, son el PRO y todos los bloques dialoguistas los que le están permitiendo a Milei hacer cualquier cosa". La semana pasada, Manuel Adorni había respondido una pregunta en la misma línea: “No hay ni nunca habrá un pacto con la corrupción y eso implica que nunca habrá un pacto con Cristina”. El miércoles al final del día Adorni presentó el temario de las sesiones extraordinarias del Congreso convocadas por el Presidente. Como era de esperar, Ficha Limpia no está en la agenda.
Si no hay pacto hay conversaciones. En diputados y también en el Senado, donde ambos buscan llegar a algún tipo de acuerdo para nombrar a los miembros de la Corte. Cristina acepta que su espacio acompañe la elección de Ariel Lijo, pero quiere que Milei acepte reemplazar a Manuel García Mansilla por un candidato que proponga el peronismo. Por ahora, el Presidente insiste con ambos y ofrece a cambio la posibilidad de discutir una ampliación de la Corte una vez que hayan sido nombrados. Para el peronismo esta oferta no es viable. Demasiado riesgo. Mientras tanto, Milei amenaza con nombrar a Lijo y Mansilla por decreto.
Pero el foco en el Senado ahora está puesto en otra situación, un escándalo que tiene como protagonista al senador Edgardo Kueider, quien fue detenido el miércoles por la madrugada cuando junto con su secretaria ingresó a Paraguay (sexta vez en el año) con 200.000 mil dólares en efectivo no declarados. Ante medios paraguayos dijo sobre el origen del dinero: “No tengo que justificarlo porque no era mío”. Un mostro. Deberá ser más creativo si pretende mostrar su inocencia ante el delito de contrabando que le imputó la justicia paraguaya. Lo que seguro ya no podrá evitar son las consecuencias políticas. El bloque de UP en el senado presentó un proyecto de resolución pidiendo que se lo expulse del cuerpo por “inhabilidad moral”. Cristina dio a entender en X que los dólares podrían ser una de las retribuciones a Kueider por haber aportado el voto clave que le permitió al oficialismo obtener la Ley Bases. Un tanto temeraria la sugerencia y difícil de probar. Lo que sí sabemos es que Kueider, que ingresó al senado en 2019 con la lista del Frente de Todos, rompió en 2022 el bloque del peronismo en el senado, que Victoria Villarruel le otorgó la estratégica presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales y que como pago por la Ley Bases logró que designaran a Juán Carlos Chagas, un hombre que le responde a él, en la Comisión Mixta Salto Grande. Además, Santiago Caputo intentó darle la Comisión Bicameral de Inteligencia, algo que Martín Lousteau, en acuerdo con el kirchnerismo, finalmente frustró.
Cuando Kueider fue detenido con 200 mil dólares, una prueba de que el senador todavía no confía en que la apreciación del peso sea duradera, estaba en plenas negociaciones para que cuando termine su mandato en 2025 el Gobierno le de la embajada argentina en Montevideo. Indudablemente tiene espíritu emprendedor el senador.
Consultado por el escándalo de la detención del senador, Milei dijo: “Lo de Kueider es un tema del kirchnerismo, se tiene que hacer cargo el kirchnerismo”. Curiosa afirmación, porque es el oficialismo el que inició el operativo de contención a Kueider.
Victoria Villarruel se llevó la pelota al córner: “Desde el Senado somos respetuosos de las leyes y del orden institucional, la justicia dirimirá responsabilidades”. La Libertad Avanza buscará ganar tiempo hasta que se aclare la situación del senador y por ahora Villarruel, que tiene la llave para convocar a una sesión donde se trate la expulsión de Kueider, no lo hará.
Más allá del aporte que hizo el senador a la crucial Ley Bases, hay un motivo estratégico: si lo echan a Kueider, ingresaría al senado la camporista Stefanía Cora, lo que incrementaría la cantidad de senadores peronistas de 33 a 34. Probablemente eso explique el ataque de moralidad de los senadores del PJ, que con razón defienden el derecho de CFK a presentarse en elecciones hasta que la Corte falle sobre su condena, pero que quieren expulsar del recinto a Kueider aun sin siquiera estar procesado.
Mientras tanto, Milei y Cristina siguen con su subgénero de intercambios en X. El Presidente posteó la boleta del Frente de Todos que llevó a Kueider al senado y escribió: “@CFKArgentina TODO TUYO…FIN.” La ex Presidenta respondió: “si hubiera sido mío no votaba la Ley Bases querido Javier. Te gusta el durazno pero no te bancás la pelusa. Besis”.
Todo indica que así transcurrirá el 2025, con Milei y Cristina disputando el campeonato electoral mientras un Mauricio Macri cada vez más debilitado deberá ingeniárselas si quiere evitar que el PRO, que fundó hace 20 años, no sea tan sólo un apéndice de La Libertad Avanza.