Por Pablo J. Boczkowski, Eugenia Mitchelstein, Victoria Andelsman & Silvana Leiva[1]
Pasó de todo en 2016. Desde las etapas iniciales de la presidencia de Mauricio Macri hasta la marcha de Ni Una Menos, pasando por las denuncias de corrupción, los Juegos Olímpicos, el Brexit y el triunfo de Donald Trump. En un año de eventos de tanto impacto mediático, ¿cuáles fueron las noticias que capturaron la atención masiva de las audiencias digitales?
Para responder a esa pregunta, desde el Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina (MESO) analizamos 4.281 de las notas más cliqueadas en Clarín, La Nación, Infobae, Todo Noticias, Perfil, La Voz del Interior y Diario Uno. Complementamos estos datos con entrevistas en profundidad a 69 consumidores de noticias digitales.[2]
Encontramos que 59% de las noticias más vistas correspondió a lo que llamamos “asuntos no públicos” (mayormente deportes, información general, entretenimiento y policiales), mientras que 41% a “asuntos públicos” (política, economía e internacionales). Política y deportes fueron las dos grandes temáticas que predominaron en 2016. Las entrevistas sugieren que las audiencias se informan sobre temas de política para cumplir un rol ciudadano; esta práctica informativa suele estar asociada con emociones negativas como frustración, enojo y angustia. Por el contrario, el consumo de información deportiva se realiza con objetivos de esparcimiento, y tiene una carga emocional positiva vinculada con la alegría y la diversión.
Nuestro análisis revela que los Juegos Olímpicos fueron el tema del año en 2016. Los logros deportivos de figuras como Paula Pareto y Juan Martín del Potro presentaron una oportunidad para la felicidad colectiva y la reafirmación de la identidad nacional: un oasis en un contexto de estancamiento económico y polarización política. Tomando el nombre de la trilogía de J.R.R. Tolkien, 2016 fue en Argentina “el año de los anillos.”
Política y deportes
El interés de las audiencias digitales se repartió de forma equitativa en noticias de asuntos públicos y no públicos durante el primer cuatrimestre de 2016, como se puede ver en la figura 1. A medida que avanzó el año, sin embargo, las noticias de asuntos públicos comenzaron a perder terreno. En promedio, hubo una brecha de 18 puntos porcentuales entre ambos tipos de noticias. La mayor diferencia se registró en agosto, durante los Juegos Olímpicos, cuando casi tres de cada cuatro notas más vistas fueron sobre asuntos no públicos.
Dentro de esta tendencia global, hay dos categorías de noticias que atrajeron la mayor atención del público: la política y los deportes. La primera dominó el interés del público durante el primer semestre de 2016, como muestra la figura 2. Esto se debe, por un lado, a sucesos como las primeras medidas de la presidencia de Macri y la apertura de las sesiones extraordinarias en el Congreso, el encuentro con el Papa, la visita oficial de Obama, y los casos de corrupción de Lázaro Báez, los Panamá Papers y José López, entre otros. Por otro lado, durante los primeros meses del año no hubo grandes competencias nacionales, lo cual explica el menor interés en noticias deportivas. Sin embargo, esta tendencia cambió en el segundo semestre, en el que el presidente Macri no registró tantos picos mediáticos, los casos de corrupción recibieron una menor exposición y se disputaron no solo competencias deportivas nacionales, sino también los Juegos Olímpicos y la Copa Davis. En los últimos seis meses de 2016, las noticias sobre política y deportes figuraron por igual entre las más vistas.
¿Qué nos dicen los entrevistados? Los usuarios de medios digitales consumen noticias de política y deportes en distintas proporciones y por motivos distintos, lo cual se asocia con estados emocionales divergentes. Las notas de política, por ejemplo, suelen ser leídas con el fin de transitar con éxito por la vida ciudadana. Por ejemplo, Clara, una estudiante universitaria de Martínez, dice “me preocupa en alguna medida el tema político (…) Por ahí alguna medida esencial que haya tomado el gobierno”.
Varios entrevistados asocian el consumo de este tipo de contenidos con emociones negativas. Cuando se le pregunta a Fabián, que es encargado de un edificio en Olivos, qué siente cuando lee noticias de política, responde: “No lo soporto, no cambió nada desde hace 20 años”. Agustín, un empleado de 19 años de una fábrica en Arequito, Santa Fe, coincide con Fabián: “Noticieros veo un ratito y listo. Ya me pudre después. Ya que encima ahora viste como es, que Macri, que Cristina… Se matan, se matan”, y agrega que para escaparse de estos contenidos mira fútbol.
Por el contrario, tal como señala Agustín, las noticias de deportes suelen ser leídas como una forma de esparcimiento y se asocian con estados afectivos positivos. Juan, un empleado de recursos humanos de 23 años, cuenta que “desde muy chico fui muy fanático de los deportes… Siempre fui de leer el diario... me levantaba a las 7 de la mañana para ir al colegio y mi papá me dejaba abierto el diario en la sección de deportes. (…) Lo otro [se refiere a las noticias de asuntos públicos] lo siento más como algo que debo hacerlo, no porque me obliguen sino porque siento que es necesario para poder trabajar, vincularme con gente del trabajo… pero [leer deportes] lo hago como un disfrute, lo hago porque a mí me gusta y nada más que por eso”. En sintonía, José, un estudiante de economía en la Universidad Nacional de Córdoba, explica que su interés por el deporte es “una cuestión lúdica”, y cuando se le consulta por cómo lo hace sentir una noticia que ha leído recientemente sobre Lionel Messi, declara: “¿¡De Messi!? Contento, me sacó una sonrisa ver a la Pulga feliz”.
Las medallas y el presidente
Tras analizar estas tendencias generales, examinamos con mayor profundidad las preferencias de las audiencias en cuatro temas noticiosos claves durante 2016: el presidente Macri, los casos de corrupción, los Juegos Olímpicos y la violencia de género. La figura 3 resume la evolución mensual del interés de las audiencias sobre cada tema (los Juegos Olímpicos se incluyeron en la categoría de “deportes” por ser un evento de poca duración).
Esta figura muestra que el tema del año fueron los Juegos Olímpicos, representando cuatro de cada 10 de las notas más vistas en los siete sitios analizados durante el mes de agosto. Por ejemplo, el 7 de agosto, la medalla dorada de la “Peque” Pareto aparecía entre las noticias más leídas en más de la mitad de estos sitios. Los lectores cliquearon masivamente notas como Paula Pareto, íntima: “No me creo una heroína” y Del Potro fue ovacionado en el avión y en su llegada a Aeroparque. En los textos de estas y otras notas sobre los Juegos Olímpicos se construye una narrativa de deportistas victoriosos, héroes que ayudan a articular una identidad nacional de país exitoso.
Las entrevistas con usuarios reflejan una fuerte identificación con “los ídolos” y un afecto positivo. Un estudiante terciario de 19 años comenta que lo de “Pareto fue un orgullo. Porque yo mismo justo soy de San Fernando, así que... orgullo más todavía que se haya ganado el oro. Por el sacrificio que hizo… He visto videos, cómo entrenaba y todo... la verdad que tiene una humildad y un sacrificio que lo deja en cada entrenamiento y se demostró. (…) Últimamente lo estoy siguiendo a Del Potro, que la verdad la está rompiendo… dejando todo en cada partido. Hoy lo veía... que ganó 7-6, 7-6. Estaba muerto, mal, mal y dejaba todo… La verdad que eso me enorgullece más que nada.”
La prevalencia de los Juegos Olímpicos en las preferencias de las audiencias se hace aún más evidente cuando se compara con el interés por las notas sobre Mauricio Macri. Durante los primeros meses de 2016, los lectores de los sitios estudiados se interesaron por las noticias acerca del presidente en mucha mayor medida que el resto del año. El pico de interés se registró en marzo, coincidiendo con la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, cuando 22% de las notas más cliqueadas fueron sobre Macri. Sin embargo, hacia mediados de año, el interés por las noticias que lo mencionan disminuyó en forma notoria, alcanzando el punto más bajo en septiembre, cuando solo un 6% de las notas más vistas fueron sobre él.
En consonancia con los hallazgos cuantitativos, el presidente aparece relativamente poco en las entrevistas. Y cuando esto sucede, las menciones suelen estar vinculadas con estados afectivos entre neutros y negativos. En palabras de Esteban, un estudiante universitario de 22 años: “No apoyo a Macri porque no coincido totalmente, pero sí me parece que hay un cambio con respecto a lo que había antes”. Juan Carlos, un analista de sistemas de Córdoba de 53 años, comentó en noviembre que “me preocupa en alguna medida el tema político, los apoyos que pueda tener el presidente y demás, entonces cuando uno veía que no lograba tal o cual apoyo, a esas noticias en general sí las leía un poco más”.
La corrupción
Las denuncias de corrupción interesaron mucho a las audiencias durante el primer semestre de 2016. El punto más alto se registró en abril, cuando fue arrestado Lázaro Báez y se publicaron las primeras revelaciones sobre los Panamá Papers: 35% de las notas más vistas fueron sobre noticias de corrupción. En junio hubo un segundo pico de interés, motivado por noticias vinculadas con el caso de José López. El 14 de ese mes un vecino dijo ver a un hombre sacar bolsos desde un auto y arrojarlos por encima del portón del monasterio Nuestra Señora de Fátima: las notas sobre este tema estuvieron entre las más cliqueadas de todos los sitios analizados y casi la mitad de los artículos más vistos ese día fue sobre corrupción.
En la segunda mitad del año el tema perdió centralidad para las audiencias; entre agosto y noviembre solo una de cada veinte notas más cliqueadas fue sobre casos de corrupción. ¿Por qué? Una vez que los casos van a juicio, la información se vuelve compleja y los términos legales difíciles de comprender para los lectores. Además, la corrupción, a diferencia de los deportes, genera en los lectores emociones negativas que al cabo de cierto tiempo conducen a una saturación en el interés por el tema.
Sofía, una estudiante universitaria de 20 años, entrevistada a principios de abril, dice sobre el caso de Lázaro Báez que “es una atrocidad lo que hizo el chabón, yo re creo todo lo que pasó. Es re posible, son tan tránsfugas estos tipos que... los odio”. Cuando a mediados de ese mes le preguntamos a Mabel, una jubilada de 62 años, si ha leído noticias ese día, contesta: “me interesé por… las noticias que tienen que ver un poco con el tema de la Ruta del Dinero K, Fariña, y todo… el tema de Báez, su abogado, que había desaparecido”.
A medida que pasa el tiempo, las entrevistas muestran cómo el interés en temas de corrupción empieza a agotarse. Isabel, una estudiante de 24 años, lo expresa de esta manera: “Yo te puedo decir que… lo allanaron, que hay todo un expediente y gente estudiando, particularmente a Lázaro Báez, que Fariña está preso y que lo llevaron a declarar y que estuvo 10 horas. Después ya está… no me voy a poner a leer todo lo que dijo…Yo ya siento que ya cumplí, más que eso no me interesa saber”. Leila, otra estudiante universitaria con la que hablamos en julio, se hace eco de las palabras de Isabel: “[Los medios] siguen con el tema de la ruta del dinero K, y [es] siempre lo mismo, más allá de lo que uno opine, como lo repetitivo cansa, por lo menos es lo que nos… está pasando”.
La violencia de género
En los últimos años la violencia de género ha recibido cada vez más atención. Su construcción como problema social se cristalizó en 2015 en el movimiento #NiUnaMenos. Según la ONG la Casa del Encuentro, en 2016 hubo en promedio un femicidio cada 30 horas en Argentina pero nuestro análisis revela que la violencia de género ocupó en promedio solo el 4% de las noticias más vistas en los siete sitios analizados. Tuvo su pico de atención en octubre, cuando una de cada ocho notas más leídas fue sobre este tema. Esto coincidió con el caso de Lucía Pérez, de 15 años, violada y asesinada en Mar del Plata, y un triple femicidio en Mendoza días después de la marcha de #NiUnaMenos. El 12 de octubre, las notas sobre el asesinato de Lucía estuvieron entre las más leídas en cinco de los siete sitios.
Las entrevistas con usuarios muestran interés en noticias sobre este tema, aunque el mismo genere sentimientos de hastío y enojo. Sabrina, una estudiante universitaria, contó que además de leer estos artículos, suele comentarlos en los medios digitales: “Con todo el tema del feminismo en Argentina, y #NiUnaMenos… hubo una nota en Infobae de una chica que había hecho un video que grababa a todos los hombres que la piropeaban por la calle. Entonces a veces en esas notas que son tan polémicas, a mí por lo menos me gusta entrar a ver qué dice la gente (…) Y había uno que había dicho que a las mujeres les gusta que las piropeen. Y yo le escribí, le comenté y le puse: si te están diciendo en un video que no les gusta, ¿qué es lo que tanto te cuesta entender?”
Cuando hablamos con Claudia, una psicóloga de 41 años, en octubre, el mes en el cual se registró el pico de interés en el tema, nos dijo que leía notas sobre violencia de género no solo por interés personal sino también por su centralidad en los relatos de sus pacientes. “[Estoy] interesándome más en los temas de femicidios, de secuestros (…) el caso de Mar del Plata fue como el más redundante, el de mayor alcance… A partir de ahí, lo que uno puede hacer es abrir otras noticias relacionadas”.
El predominio de los eventos mediáticos
¿Cómo explicar la popularidad de noticias sobre los Juegos Olímpicos en un año marcado por tantos otros eventos importantes en Argentina? Podemos pensar que esta competencia deportiva tiene todas las características de lo que Daniel Dayan y Elihu Katz caracterizan como Media Events (Eventos mediáticos), un tipo de evento que irrumpe en el transcurso normal de nuestras vidas, captura la atención de la mayoría, e integra a las sociedades, ya que nos invita a celebrar valores compartidos. Según estos investigadores, los eventos mediáticos pueden destacar la competencia regida por reglas, como un debate electoral y una final deportiva; el carisma a través de la conquista de una nueva frontera, como la llegada del ser humano a la Luna; o la tradición, como las coronaciones y los funerales de estado.
Los Juegos Olímpicos de 2016 cumplieron para los argentinos estas tres funciones: en una competencia definida por reglas, atletas como Pareto, Santiago Lange, Cecilia Carranza, Los Leones y del Potro superaron obstáculos múltiples y lograron coronarse como los mejores en la competencia deportiva más antigua aún vigente.
En un año signado por las repetidas violaciones a las reglas, encarnadas por los escándalos de corrupción, y por la desazón de una recuperación económica que siguió sin materializarse, las noticias sobre Río 2016 nos permitieron a los argentinos olvidar –aunque sea de manera efímera- nuestras diferencias políticas. Nos reunimos para ver las finales, suspendimos la atención a otros temas, y celebramos los logros de nuestros deportistas, devenidos en héroes y heroínas colectivos.
Sin embargo, los eventos mediáticos son, por definición, excepcionales y pasajeros. Una vez que terminan, las audiencias vuelven a sus prácticas habituales de consumo de información. En cierto sentido, los anillos olímpicos son el opuesto de aquel del Capitán Beto: Nos protegen temporariamente de la tristeza, pero no nos inmunizan de los peligros que, como la distribución desigual del ingreso, la corrupción estructural y la violencia de género, parecen caracterizar la vida cotidiana de las audiencias en Argentina.
[1] Agradecemos los comentarios que Silvina Chmiel, Mora Matassi, Amy Ross y Celeste Wagner hicieron acerca de versiones anteriores de este texto, así como el trabajo de los asistentes de investigación de MESO: Tomás Bombau, Sofía Carcavallo, Rodrigo Gil Buetto, Camila Giuliano, Belén Guigue, Inés Lovisolo, Mattia Panza, Jeannette Rodríguez y Marina Weinstein.
[2] Recopilamos las notas más cliqueadas durante 96 días de 2016, distribuidos en todos los meses del año. Entrevistamos personas de 18 a 77 años de edad, repartidos de forma equitativa por género, entre marzo y diciembre de 2016 en varios puntos del país.