Crónica

La sequía en San Pablo


La inutilidad de una canilla sin agua

En Itu, a 120 kilómetros de San Pablo, algunos barrios estuvieron 55 días sin agua. El marido de Márcia Aparecida Molena Müller se reventó un cartílago de tanto transportar su balde: la gente hace filas para llenar sus ollas, vasijas, vasos y jarras. En estos meses de lluvia, el agua no llegó a cubrir los reservorios: muchos temen que en tres meses la sequía en San Pablo sea total. El colectivo brasilero Mídia Ninja y una seca cobertura fotográfica.

En 2007, el ayuntamiento de Itu (120 Km de San Pablo) privatizó el servicio de aguas y cloacas de la ciudad: lo entregó a una empresa llamada Aguas de Itu. Se decía que el servicio iba a mejorar. Que no sucedería lo mismo que en 1991 cuando un vendaval destruyó las represas y no hubo agua durante tres días. Y sin embargo, desde febrero los habitantes de esa ciudad sufrieron un racionamiento que en algunos barrios llegó a 55 días sin que de la canilla saliera una gota.

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Estos meses son época de lluvias en Brasil, pero aún así el agua no llega a llenar los reservorios. Muchos temen que dentro de tres meses la sequedad de San Pablo sea total y vuelvan aquellos carteles pegados a las fachadas que hasta no hace mucho decían: “¡Itu pide socorro!”.

En septiembre, dos mil personas se reunieron frente a la Cámara Municipal. Pedían agua: tiraron huevos y tomates, incluso piedras, hasta que una tropa de choque terminó con la manifestación en medio de bombas de gas lacrimógeno.

Pocos días después, el alcalde Luiz Carvalho Gomes, el Tuíze (PSD), anunció que Aguas de Itu construiría una cañería para traer agua del rio Mombaça, que queda a 22,5 kilómetros del centro de la ciudad. Se prevee que la obra sea inaugurada en marzo de 2015, pudiendo abastecer el 50% de la demanda de agua de la región central de la ciudad, en la que viven 100 mil personas.

Después de las protestas, la empresa privada que administra agua y desagüe inició la limpieza (dragado) del fondo de los siete depósitos de agua que abastecen a la ciudad, llenos de basura y barro por la erosión de los márgenes. Así, se aumentará un 30% la capacidad de almacenamiento de agua en las represas de la ciudad.

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El coronel Marco Antônio Augusto, secretario municipal de Seguridad, tránsito y Transportes y, ahora, portavoz del Comité de Gestión del Agua admite: “En los análisis que hacemos ahora consideramos que debería haber habido más inversiones”. El alcalde decretó el abastecimiento de agua cada 48 horas. Una noche sí, una noche no. Para marzo temen que la situación se vuelva a repetir.

En la ciudad, está una de las principales plantas de fabricación de Brasil Kirin que fabrica las cervezas  Devassa, Schin, Nova Schin, Baden Baden, Cintra, Eisenbahn, Glacial y Kirin Ichiban. En  el logotipo de la marca no hay ningún ramo de cebada, pero sí un ideograma japonés que representa al agua. Según un informe de sustentabilidad de 2013, la empresa usa 3,54 litros de agua para producir un litro de bebida. Para producir los 3,250 billones de litros de bebida por año, son necesarios 11,5 billones de litros de agua (suficiente para llenar 4.600 piletas olímpicas). La mayor parte de ese agua (64,25%), según el informe de Brasil Kirin, es extraída directamente de las capas freáticas a través de pozos.

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Ciudad de la exageración, donde todo es grande, Itu hace años ostenta en su plaza principal un semáforo y una cabina telefónica gigante . Ahora, ese escenario fue perfeccionado. Se desparramaron por la ciudad gigantescas cajas de agua de 20 mil litros, además de un container con capacidad de 70 mil litros, y de depósitos de plástico, que se parecen a cajas de leche gigantes, pero que están llenos de agua.

Márcia Aparecida Molena Müller, ama de casa, 37 años, espera en la fila de agua que rodea el depósito de 20.000 litros. Quiere llenar un galón de agua para el tanque de su casa. Antes, ese trabajo lo hacía su marido. “Pero de tanto transportar agua, él se reventó el cartílago de la mano derecha”, dice.

La rutina de las filas de agua solo mengua cuando llueve. Y allí todos colocan ollas, vasijas, baldes, vasos, jarras y hasta abren la boca hacia el cielo para tratar con la lengua de juntar al menos unas gotas.

Milena es autista con neurofibromatosis de 7 años. Está sin agua. María de Lourdes tiene 86 años y está hace 30 días sin agua. Se está bañando como los gatos. Vicencia de Oliveira tiene 94 años. Está sin agua hace 23 días. Catarina Guimaraes, de 85 años, también.

Hay, también traficantes de agua: gente que llena grandes recipientes de agua colocados en la parte trasera de camionetas, o en los portaequipajes de los autos o combis, y salen vendiendo el producto por las calles.

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El empleado que limpia la pileta del Condominio Portal de Itu, que retira hojas e insectos muertos de esta piscina llena con dos millones de litros líquidos, vive en una favela de Itaim y no tiene agua desde hace 22 días. Para las necesidades básicas, recurre al tanque de agua del Sindicato de los Ceramistas de la ciudad, que reúne a los trabajadores del rubro. Sin embargo, puede hacer su trabajo porque toda el agua de la piscina y su cascada proviene de un pozo abierto dentro del condominio.

En Condominio Campos de Santo Antonio, uno de los más caros de la ciudad, la empresa que provee de aguas a Itu instaló un tanque de agua, sólo para los que viven allí.

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Mientras tanto, la falta de agua para la clase media y para los pobres ituanos, ya ocasionó un cambio en las costumbres y en la etiqueta de la ciudad. En el centro, la mayor parte de los restaurantes y bares, cerraron sus baños. Están prohibidos para la clientela, que no puede usarlos ni siquiera para lavarse las manos.

El surrealismo de la sequía “verde y llena de agua” de Itu tiene más de un elemento de irracionalidad cuando se considera que la ciudad queda casi en las márgenes del Rio Tietê, el gran rio de San Pablo. El problema es que las aguas fétidas del rio llegan allí después de recoger el desagüe de la capital, entre otras ciudades. Contaminadas y con espuma de jabones y detergentes, es mejor no tomarla.

Esta nota pertenece a www.contadagua.org, un proyecto de periodismo alternativo sobre la crisis del agua en Brasil en el que participan las revistas Brasil de Fato, Barão de Itararé, Revista Fórum, Midia Ninja, Outras Palavras, Observatório Popular de Direitos, Ponte, Revista Vaidapé e Volume Vivo.