Ensayo

Homofobia y transfobia en el gobierno


¿De qué familia habla, señor ministro?

Flor de la V responde a Cúneo Libarona después de las declaraciones del Ministro de Justicia en el Congreso. ¿Qué familia defiende el gobierno? ¿Qué valores invoca en contra de los derechos de las mujeres y las disidencias? La actriz y conductora advierte que hay un retroceso en materia de derechos, pero que lo que más le preocupa es el silencio de los demás.

Me pregunto de qué valores habla el ministro Cúneo Libarona. Habla de valores de familia cuando tenemos el presidente soltero, la hermana soltera, la vicepresidenta soltera. ¿De qué familia habla el ministro? ¿Cuáles son los valores? Y digo más: ¿Desde qué lugar puede hablar de valores y de familia cuando defendió a un abusador condenado como al ex gobernador tucumano José Alperovich? ¿Después de defender a violadores y narcotraficantes? Estuvo preso por la causa Amia. ¿Cómo puede levantar el dedo ese señor? Además habló en nombre de Dios. Y déjeme decirle, señor ministro, en nombre de Dios se le hizo mucho daño a la humanidad. 

Siempre que hubo declaraciones completamente discriminatorias bajadas desde el gobierno al principio me enojaba mucho. Hoy por hoy las escucho desde otro lugar. Trato, intento analizar, qué más hay en su afán de agredir. Me pregunto qué está pasando. En este caso no es casual que salga el ministro a decir semejante barbaridad cuando se acaba de vetar la ley jubilatoria, en una decisión que le va a hacer daño a millones de jubilados. Parecen caóticos en su accionar, pero no es un caos porque sí, es algo que les resulta útil. Este ataque en el corazón, del congreso, en la comisión de Género, ante quienes sabían que lo iban a repudiar, es por algo. Son muy evidentes, muestran la hilacha. Pero su estrategia funciona. Al gobierno le funciona  meterse contra los derechos de las mujeres, con las disidencias y con el colectivo LGBTIQ+

El hecho es que tenemos un gobierno homofóbico, transfóbico, lesbofóbico.

Todo esto corre el foco de otras discusiones. El ministro de Justicia genera violencia con sus palabras. Violencia y discriminación. Y ahí lo que también es preocupante es el silencio de los demás. 

Es ensordecedor el silencio de la Cámara de Diputados. Ni hablar de los Senadores. Al margen de los dos o tres que le contestaron en la reunión. Y de los diputados gays que se expresaron como es lógico. Hay algo que está pasando con el silencio. Estamos retrocediendo como sociedad.

En estos cuarenta años de democracia hay cosas que se hicieron mal. Es cierto. Es cierto que hay momentos de crisis y hay niveles altísimos de pobreza y gente que aún no puede llegar a fin de mes. Pero en derechos humanos hemos avanzado muchísimo. Somos emblema. En Latinoamérica somos el país que más derechos ha conquistado. Ante estos dichos de Cúneo Libarona debería intervenir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Un ministro de Justicia no podría decir lo que dijo. No puede reproducir eso sin que tenga consecuencias.

Porque lo que dijo el ministro avala un retroceso general que se está dando en toda la sociedad. Lamentablemente ellos hacen este show autoritario y homofóbico porque saben que hay gente a la que le indigna más lo que hacemos nosotros con nuestro ano a que seis diputados del oficialismo visiten genocidas y sueñen con una ley que los libere. Usan un alto nivel de adhesión para tratar de correr la frontera en temas que ya fueron debatidos y resueltos por esta sociedad. 

Tampoco escuché muchas voces en los medios defendiendo las conquistas en materia de igualdad de género y derechos humanos después de estas declaraciones. Entiendo que la gente tiene miedo a expresarse. Porque si vos te expresás claramente eso tiene consecuencias. Está pasando con muchos periodistas que tienen una voz o que expresan ciertas opiniones sobre el gobierno. Hoy alzar la voz es riesgoso. Hay ejércitos de trolls listos para ejecutarte en redes si decís algo que no les guste. Preparados y organizados para deslegitimar tu palabra y a tu persona. Y eso impacta en la vida de las personas. 

La verdad a mí me resulta todo preocupante. Todo. Yo siento que estamos en un momento donde más que nunca debemos defender la democracia y los derechos conquistados. Hay muchas cosas que pensábamos que no iban a pasar en nuestro país y sin embargo están pasando. El retroceso en materia de derechos y el miedo a expresarse, por ejemplo. Y esto no distingue edad, género, orientación sexual o clase social. 

En cuanto a la situación específica de la comunidad LGBTIQ+ hay que recordar que nuestros derechos no tienen nada de tiempo. Durante muchísimos años fuimos excluidos y excluidas de nuestras familias, de nuestros ámbitos. De lugares donde nos deberían haber cuidado. Es hora de abrazar a las familias diversas. Es hora de abrazar a los niños que están indefensos. Nuestro deber es velar por esas infancias que hoy por hoy no pueden defenderse. Defender los derechos y cuidar la democracia. 

La respuesta tiene que ser más amor que nunca.