Verónica Treuer deja todo por comprarse máquinas fotográficas. Desde que resignó un Mini Disc para usar el dinero en la primera Reflex, no paró de acumularlas. Tiene una colección de cámaras antiguas: la joya más preciada es una Coronet Vogue.
Estudió fotoperiodismo en la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y participó en varias muestras colectivas de arte. Es fotógrafa de la Agencia Internacional de Noticias-Integración infantil y freelancea en diversos medios gráficos. En 2012 dedicó muchas energías a un ensayo fotográfico sobre deportes urbanos, que promete terminar pronto.
De las ocho mil fotografías que ha tomado, elige una serie subacuática. Tomó las imágenes en la cantera de Ferrando, en Colonia, con una Nikonos II que alguna vez perteneció a su papá.