En cuarto año de la secundaria Sol Prieto estudió a los contractualistas y se volvió loca con Hobbes, así que su mamá le regaló el Leviatán, hojas de biblia, tapa dura, para su cumpleaños número 16.
Luego dio vueltas entre el CBC de Derecho y Ciencias Políticas.
Pero se decidió por ser socióloga en la Universidad Nacional de Buenos Aires: quería saber por qué los chicos le obedecen a la maestra o a sus papás, por qué las personas creen en Dios, por qué las mujeres son representadas en un dibujo con una pollerita, por qué los rockeros al final son siempre un poquito reaccionarios, por qué las chicas de clase media de entre 25 y 35 años quieren ponerse de novias y los chicos no.

Para no quedarse con las ganas, después cursó una maestría en Ciencia Política en  en la Universidad Torcuato Di Tella.

Hoy es docente en el Seminario Sociedad y Religión en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Su tema de investigación es el vínculo entre política, religión y Estado. Participa del área de Sociedad, Cultura y Religión del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL).

Su autora favorita es Theda Scokpol, porque siempre que no sabe cómo seguir con la tesis que hace como becaria doctoral del CONICET, lee la introducción de States and Social Revolution y el cerebro empieza a funcionarle. 

De chica tuvo animales signados por la fatalidad. Dos tortugas, Xuxa y Dengue. No entendió bien si se cayeron por el balcón o "se fueron a vivir al campo". Después un canario, llamado "Quién", que murió por un escape de gas del calefón.