Muchas noches, después acostarse, antes de quedarse dormido, Patricio Crooker habla con su padre que murió hace ocho años. Con voz tranquila, para no despertar a sus hijos, le cuenta qué está pasando en su vida, qué hizo durante el día.
Periodista, estudió en la Texas Christian University, pero empezó a sacar fotos y no paró. Ganó premios y menciones y se hizo fanático de las biografías de fotógrafos: la de Robert Capa es su preferida.
Docente del diplomado de Fotografía de la Universidad Evangélica en Santa Cruz, Crooker enseña el modulo de fotoperiodismo hace 5 años.
Vive y trabaja en La Paz, Bolivia. Por su trabajo viaja alrededor del mundo y va conociendo mucha, mucha, gente.
Autor de los libros Desiertos blancos, lagunas de colores; Lo que la tierra nos da;: y Los Alteños publicó en revistas internacionales y sacó miles de fotos. No sabe cuántas. Cree, por decir algo, cerca de un millón. Pero si tiene que decir cuáles prefiere elige dos: las que les hizo a sus hijos apenas nacieron. “Por lo que significan personalmente y por lo cerca que estuvo de poder fotografiar el inicio de la vida”.