Mónica Szurmuk después de vivir más de veinte años afuera –en los Estados Unidos y en México–, en 2009 volvió a la Argentina y no se arrepiente. Es investigadora del CONICET y profesora de Literaturas de América Latina en UNSAM. Hace muchos años que es académica. Su desafío: escribir “menos difícil y más emotivo” que en los papers. Publicó libros sobre viajeras, estudios culturales, género y memoria. Y una cuantas historias que buscan socavar y el heterosexismo de la literatura como institución. La última de estas historias la editó junto con Alejandra Laera y va a salir en 2024 en Cambridge University Press: The Cambridge History of Argentine Literature.
Cuando volvió a la Argentina, escribió La vocación desmesurada: Una biografía de Alberto Gerchunoff, publicada en 2018 (Penguin Random House). Quería contar la vida de alguien que, como ella, hubiera vivido entre varias lenguas y obsesionada con las tragedias históricas que deshacen las vidas de las personas. A diferencia de ella, él siempre vivió en la Argentina.
En los Estados Unidos tuvo tres hijos que adora, a quienes les enseñó a vivir en castellano. Su nieta Lina vive en California pero habla en porteño con algún mexicanismo.
Sigue escribiendo crítica literaria pero está abocada a un proyecto de educación, justicia y memoria en el conurbano sur que es parte de una red de trabajo similar en el sur global.