En la terraza de la vieja redacción de Anfibia había una parrilla. Entre mayo de 2012 y diciembre de 2013, todos los viernes se comió asado. Hubo excepciones: un par de feriados y las vacaciones de Martín Ale.
Asador exquisito, se lo ha visto empapado, debajo de una tormenta furiosa, vestido con una bolsa de consorcio agujerada, chequeando el punto de cocción de un matambre a la parrilla. Junto a las carnes suele colocar una misteriosas cajas de jugo, con relleno más misterioso aún.
Aunque lo niegue, está acostumbrado al perfil alto. En 2000, conducía un programa de televisión en San Manuel, el pueblo en el que nació. Hay quienes piensan que allí vive poca gente. Pero Ale desmiente a Wikipedia, dice que no hay 1.120 habitantes, que son muchos más, al menos 1.800.
De adolescente, los martes esperaba ansioso el colectivo que llevaba al pueblo los diarios y la última edición de la revista El Gráfico. De más grande, le dieron ganas de escribir y se anotó en la Licenciatura en Comunicación en la Universidad de La Plata, donde hoy da clases. Le falta entregar la tesis.
Fue corresponsal del diario Nueva Era (Tandil), de la agencia de noticias DIB (La Plata) y redactor de contenidos gráficos y digitales del sindicato de trabajadores rurales. También colaboró en la revista Tiempos (diario Hoy), la secciòn Sociedad del diario Crítica de la Argentina, Miradas al sur, La mujer de mi vida y la revista Gazpacho (del Centro Cultural España), entre otras.
En 2010, fue colaborador en el taller que Cristian Alarcón daba en su casa y se transformó en subeditor de Cosecha Roja, la primera Red de Periodismo Judicial de América Latina. Dos años después, se convirtió en jefe de redacción de Anfibia. Entre 2013 y 2015 fue subdirector y director de Infojus Noticias, la agencia de noticias judiciales del Ministerio de Justicia de la Nación.
Una rotura del tendón de aquiles lo alejó de las canchas. Cada tanto vuelve. Ahora, dice, está probando con el tenis.