Mariana Prats participaba de todas las olimpíadas de matemáticas de la escuela. Una vez estuvo en unos intercolegiales de simulacro de ONU. Ella era Argelia pero se sentía una superpotencia. Ahí se dio cuenta de que amaba la política y la discusión. Además, quería cambiar el mundo. Ya de grande, trabajó en el Ministerio de Defensa en cuestiones de género y misiones de paz y fue enlace con la Cancillería argentina. También se desempeñó en organizaciones internacionales como la UNESCO y colaboró con otras instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Actualmente es becaria doctoral del CONICET.
La primera clase del CBC fue de la materia “Sociedad y Estado”. Ella, sentada en el piso, suspiraba feliz, pensando en lo linda que era la universidad.
Se recibió de Licenciada en Ciencia Política (UBA), luego de máster en Ciencia Política (UTDT) y ahora es doctoranda en Ciencias Sociales (UBA/Sorbonne).
Fue docente e investigadora de la UBA,UTDT y UNLAM en el ámbito nacional y Brown, Sciences Pò y Sorbonne en el extranjero.
Cubriendo la Convención del radicalismo en Gualeguaychú y escribiendo para Anfibia, el último fin de semana durmió solo 8 horas. El domingo a la noche tuvo su recompensa: comer un helado en la cama, antes de dormir.