De chica, María Marta Quintana se obsesionaba por saber con cuántas escaleras podía llegar al cielo: empezó la carrera de filosofía buscando responder esa pregunta. Se recibió como Profesora de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y como Magíster en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural por la Universidad Nacional de San Martín. Fue becaria doctoral del CONICET, trabaja como docente e investigadora en la Universidad Nacional de Río Negro y en la Universidad Nacional del Comahue.
De todos los libros que leyó, distingue uno: “Todos los nombres”, de José Saramago. Más que aconsejar su lectura, pediría que se lo recomendaran a ella. Hace poco, soñó que se hacía agua. Literalmente, agua. Fue el mejor sueño que tuvo.