Luis Gusmán tiene el estigma de pertenecer al canon de los grandes de la literatura argentina. Su novela “El frasquito” , publicada en 1973 y prohibida en 1977, fue una de las revelaciones rupturistas junto a las obras de Osvaldo Lamborghini o Manuel Puig.
Sus intervenciones críticas en aquella época se daban también a partir de la mítica Revista Literal, junto a Josefina Ludmer, Germán García, Héctor Libertella, entre otros.
Sin embargo, no se amedrentó. Luis Gusmán siguió escribiendo. Publicó más de diez libros de ficción, entre ellos En el corazón de junio (Premio Boris Vian, 1983), Villa, El peletero, La casa del Dios oculto.
También ensayos. La primera parte del volumen cuyo adelanto presentamos en Anfibia, “La ficción calculada” es de 1998.
El autor es psicoanalista.
En una entrevista sobre sus primeros libros los definió como poco extensos. “Recuerdo que Manuel Puig recomendó El fiord y mi libro a una editorial italiana, pero objetaron que eran muy breves. Nos dijeron: “tienen que escribir libros más extensos”. No podíamos. ¿Si se podría pensar el pasaje de una vida más fragmentada a una vida más lineal? Es posible.”