Hija de padres ucranianos y bosnios, Larysa Sendich pasó su infancia escuchando hablar de aquel hogar lejano en Europa del Este, mientras vivía como ciudadana norteamericana.
Por eso, en su carrera como fotógrafa, ha explorado los distintos significados de la palabra “casa”.
Actualmente vive en la ciudad de Nueva York. Cuando fue a visitar Ucrania, aquella tierra soñada y quizá idealizada, se encontró con las manifestaciones en la plaza de Kiev.
“Lo que pasa en la Plaza de la Independencia es más poderoso que una protesta. Es una revolución”, dice.
Larysa suele cantar para adentro “Shche Ne Vmerla Ukrainy, I slava, I volya”, las primeras frases del himno nacional ucraniano. Es español sería algo como “Ucrania aún no pereció, tampoco su gloria,ni su libertad”.