Cuando Federico Rossi tenía 15 años, se sintió atraído por el discurso ecologista de Greenpeace. En aquellos tiempos de menemismo, estudiaba en una escuela privada en la que las causas sociales y políticas no formaban parte del menú.
Pocos años después, decidió estudiar Ciencia Política en la UBA. Ahí lo alegró sentir que los nerds podían tener un reconocimiento y se deslumbró con El concepto de lo político de Carl Schmitt, por la fuerza con la que define la relación que sostiene lo político, y con El poder en movimiento, de Sidney Tarrow, donde vio que existía un área de estudios sobre movimientos sociales, en la que se especializó desde entonces.
Una vez terminada la carrera, viajó a Florencia, Italia, donde se doctoró en Ciencias Políticas y Sociales en el European University Institute. Sus temas de trabajo incluyen el vínculo relacional de los movimientos sociales, el análisis histórico de la construcción de estrategias políticas y los ciclos de incorporación de los sectores populares en América Latina. Sobre ellos escribió en muchas de las revistas científicas más prestigiosas del mundo. Su último libro es Social Movement Dynamics: New Perspectives on Theory and Research from Latin America (co-editado con Marisa Von Bülow, Ashgate). Fue Investigador visitante en la New York University y en la Universidade de Brasilia e investigador posdoctoral en la Universidad de Tulane.
En la actualidad, vive en Buenos Aires y es Investigador Asistente del Conicet.
Su esposa es la soprano siciliana Mattea Musso. Y aunque Rossi se siente afortunado por los conciertos individuales que escucha cada vez que ensaya, se siente mejor aún cuando Mattea prepara fideos con pesto de pistacho.