Ernesto Meccia es sociólogo, magíster en investigación en Ciencias Sociales y doctor en Ciencias Sociales, títulos obtenidos en la Universidad de Buenos Aires.
Siempre se empeñó en ser un sociólogo ATP (apto para todo público). Es por eso que pasa horas escribiendo tratando de encontrar la mejor forma de comunicar una idea, y también por eso que disfruta tanto dar clases, porque puede darse cuenta en vivo y en directo si se entiende su punto de vista. Piensa que la Sociología que no se comprende, no sirve.
Es fanático de los autores pequeños y de bajo perfil, como Erving Goffman, que investigaron desde abajo, con la gente. Cree que la legitimidad de la Sociología siempre dependerá de que sea portavoz de mundos e historias cuyos sentidos las mayorías (y los mismos sociólogos) desconocen. Defiende una idea democrática de conocimiento: los sociólogos saben, la gente también. Por eso se enoja cuando ve que sus colegas arman explicaciones que “bardean” a la gente tratándola poco menos que de estúpida. He aquí uno de sus lemas: no confundir la explicación con la humillación, como decía Howard Becker, otro de sus preferidos.
Investigó y escribió mucho sobre homosexualidad y discriminación. Sus libros son casi clásicos en las aulas: “La cuestión gay. Un enfoque sociológico” (2006), “Los últimos homosexuales. Sociología de la homosexualidad y la gaycidad” (2011) y “El tiempo no para. Los últimos homosexuales cuentan la historia” (2016). Hoy trabaja en la UBA y en la Universidad Nacional del Litoral.
Tiene dos grandes ambiciones: seguir escribiendo y seguir dando clases, rodeado de muchos alumnos.