Una mañana de 1990, Eduardo Carrera le dijo a la secretaria de la revista donde trabajaba que por favor le pasara un llamado que le cambiara la vida. A la media hora, la mujer le dijo: “Edu, teléfono”. Carrera atendió: era un periodista español que había conocido en una cobertura en Punta del Este; le ofrecía un trabajo en una nueva revista en Madrid. Carrera se sintió como si lo hubiesen invitado a vivir en una película de Almodóvar. Por supuesto, aceptó. Se quedó cuatro años.

En 2006, con una foto increíble que sacó en un club de San Martín, recibió el Gran Premio del Salón Nacional de Fotografía. Participó en muestras y colaboró en medios de toda Latinoamérica con textos y con fotos. En 2009, la firma Christie’s subastó una foto suya y dos años después publicó el libro Salud, con el que ganó el premio Felifa Dot-Press.

Periodista, estudió letras y montado en su Honda Falcon 400 atraviesa ripios y se interna en lodazales imposibles. Antes tuvo una Honda modelo 79. Impecable al vestir y caballero en sus formas, no parece un motoquero. Sin embargo, las motos son parte de su personalidad, como lo era la chaqueta de piel para el protagonista de Corazón Salvaje.

Carrera hizo un Museo del amor, tiene un blog donde mezcla texto y fotos y estudia arte contemporáneo. Además, fue editor de imágenes de Anfibia.