Diego Jemio es tucumano: dato que uno podría intuir o anticipar por cierta tonada, un acento leve con el que decora sus palabras cuando habla.
Hizo su primera nota a los 9 años. se tituló “¿Por qué las maestras no quieren hablar de política?”. Salió en la revista de un taller de periodismo para chicos, que se dictó en la Escuela Normal de Tucumán.
Decidió hacerse periodista al leer las contratapas de Osvaldo Soriano los lunes en Página/12.
Trabajó en los diarios El Siglo y La Gaceta y dirigió la desaparecida revista El Semanario de Tucumán. En 2003, fue seleccionado para el Programa Nuevos Periodistas de Clarín y se mudó a Buenos Aires. Dos años después, recibió una beca para cursar el Máster en Periodismo de la Universidad San Andrés y la Universidad de Columbia.
En 2008, obtuvo la Beca Balboa para Jóvenes Periodistas Iberoamericanos, que comprende seis meses de práctica profesional y capacitación en Madrid.
Colaboró en la investigación periodística de “La montonera. Biografía de Norma Arrostito”, de Gabriela Saidon.
Su crónica “La caída de un loco”, un perfil del ex futbolista Carlos Horacio Salinas, forma parte de la antología “Crónicas de acá”. Publicó sus notas en medios de España, Inglaterra, México, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Actualmente, es colaborador freelance con textos sobre cultura y viajes, entre otros temas.
Le gusta mucho viajar y descubrir la música de los lugares que visita. Ahora, está aprendiendo a tocar el acordeón diatónico.