Bruno Arpaia le alquilaba el departamento al cuñado de Diego Maradona, quien le dejó una deuda importante y un inmueble casi en ruinas. Pero él de todas maneras, extraña esos años –entre 1986 y 1991- en los que la fiesta maradoniana se vivía en las calles de Nápoles.
Politólogo, especialista en historia norteamericana por la Universidad de Nápoles, es un reconocido escritor y periodista italiano, traductor experto en literatura española y latinoamericana.
Trabajó en el diario La Repubblica, y con sus libros de ficción ganó muchos premios internacionales, entre otros el Bagutta-Opera Prima y el Campiello Prize; el Merck Seron y también fue finalista del Premio Strega.
Con su última novela, “La energía del vacío”, Arpaia intenta demostrar que la cultura científica y la humanística no son dos universos enfrentados. “Como nos pasa con el tiempo, volvemos a ser estúpidos al creer que la ciencia y la literatura guardan un abismo. Que la primera es el reino del rigor, la exactitud y la disciplina; que la otra es el terreno de la pura imaginación y creatividad. En la ciencia hay belleza y en la literatura hay verdad”.
Ha publicado, entre otras, las novelas “I forestieri”, “Il futuro in punta di piedi”, “Tiempo perdido” (Ediciones B), “La última frontera” (Lumen), “Il passato davanti a noi”, “L’energia del vuoto”, y también libros de ensayos como Per una sinistra reazionaria.
Ha sido traductor, entre otros, de Ortega y Gasset, Camilo José Cela y Paco Ignacio Taibo II.