Los últimos 2920 días, de lunes a lunes, Alejandro Cohn dibujó. Trabajó en la televisión, agencias de cine, productoras: fue asesor creativo, hizo separadores, produjo. Usa el mouse a mano alzada, la computadora como si fuera una máquina de escribir: evita el copy paste, los layers, los efectos. Le gustan los detalles, el punto por punto, cuadrado por cuadrado, círculo a círculo. Habla y escribe en alemán, baila con swing. Por estos días, es un hombre que duda: está decidiendo el nombre de su marca de ropa que saldrá en mayo o junio.
El artista plástico Eduardo Stupía dijo que Cohn trabaja con una línea “cuyo temblor es, a la vez, necesidad expresiva y productiva evidencia de una motricidad directa, llena de riesgos, de quien ejecuta dibujos representativos lanzado sin red y sin bosquejo”. En el currículum de Alejandro, no hay foto sino autorretrato hecho con mouse (a mano alzada).
Desde hace un mes, dos veces por semana, tiene una columna en el programa “No se puede vivir del amor”, en la AM 1110.
Es un obsesivo de las series de dibujos. La que más le gusta es una a la que llama “Landed”. Más de 250 dibujos del mundo de los aviones: aeropuertos, cabinas, valijas, pasaportes, torres de control, baños, comida, carritos.
Para recibirse de licenciado en publicidad, sólo le falta un final.