Aprendamos del salmón

Por María Clara Rodriguez 

 

La definición del diccionario puede decir que el hombre se diferencia del animal por ser inteligente y razonable. Algunos hablan de civilización como resultado de lo que el género humano ha logrado.

 

El ser humano se jacta de ser una “especie superior” y pensante, pero ¿qué atributo podría dársele a una persona-si se me permite llamársele así- que mata a sus propios hijos?

 

Las bolsas de residuos al costado de la ruta con los restos de los cadáveres de cinco niños dentro, no me dejan pensar en otra cosa que no sea los motivos que llevaron a Timothy –el padre de esos menores- a realizar tal masacre.

 

Entonces me pregunto...

 

¿Cuánto vale la vida para él? Y ¿cuánto valía la de sus hijos para realizar sobre ellos un acto de tal magnitud? Siempre digo que en ocasiones la vida le da a ciertas personas el regalo de una familia, hijos y es muy poco su aprecio por lo recibido .Se dan el lujo de despreciar lo que otros buscan tener toda la vida.

 

Soy de aquellas personas que intenta no juzgar los actos de otros, pero tanto salvajismo y crueldad, me da estupor. No puedo imaginar siquiera el instante, la escena donde esos pequeños inocentes fueron pereciendo en manos de quien debía protegerlos y cuidarlos. El desgarrador momento en que la madre recibió la noticia. Saber que sus niños, aquellos que llevo en su vientre, fueron ultimados como perros.

Sin ir más lejos aprendamos del salmón el pez que migra hacia aguas dulces para desovar sus huevos cientos de kilómetros río arriba, y que muere al finalizar su tarea para preservar la especie... porque ante todo está la vida.