Los últimos días, Fernando Cipriani se puso a releer algunos textos de algebra. Dice, redescubrió teoremas bellísimos.
Nacido en el barrio de Caballito, estudió ingeniería y antropología pero es fotógrafo.
Sacó tantas fotos que hasta rompió cámaras de tanto usarlas.
No puede elegir una que le haya gustado más, para él, cada día tiene su foto.
Cipriani, por año, saca dos o tres que le gustan.
Desapegado, a los gatos que viven en su casa no les puso nombre. Les dice “gato”.