Gabriela Mattina es de Quilmes. Cuando era chica, antes de darle la merienda, su abuela Ofelia le leía "La razón de mi vida" en el jardín de su casa. En el secundario, su profesora Matilde Salustio la convirtió en participante serial de los simulacros de reuniones de las Naciones Unidas. Después de todo eso, terminó estudiando Ciencias Políticas.
Es doctoranda en Cs. Sociales por la UBA, donde también se desempeñó como docente. Tuvo una beca del CONICET, hizo algunas estadías de investigación en el exterior. Su tesis doctoral se titula “Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1995-2013): una mirada a la constitución de outsiders como líderes políticos en la Argentina contemporánea”.
Lo mejor que le pasó ayer fue comer pollo al curry, después de una semana de sobrevivir a base de café y medialunas. Y con vergüenza confiesa: el último libro que leyó es “El principito”. Así pudo saldar la laguna cultural que le generaba no haberlo leído.