Tenía 5 años cuando fui por primera vez a la cancha de River con mi papá, Miguel. Hicimos un gol, nos abrazamos como locos y luego me quedé mirando hacia la cancha, preocupado. Mi viejo me preguntó qué pasaba.
—¿Y la repetición? —le dije, extrañado.
Mi papá se rió y me explicó que eso era sólo cuando lo veíamos por tele. Miguel murió en 1998, durante el mundial de Francia. Cada vez que voy al Monumental lo recuerdo, probablemente por aquello que cantan los hinchas del Liverpool: you´ll never walk alone (nunca caminarás solo). Muchas cosas cambiaron en el fútbol desde entonces: llegaron los partidos codificados, las camisetas se llenaron de sponsors, dirigentes y barras se enriquecieron ilegalmente, los jugadores se transformaron en mega estrellas planetarias y los cracks empezaron a irse cada vez más jóvenes. Pero hay algo que sigue igual: los clubes siguen siendo de los socios.
Hasta ahora.
Porque Javier Milei los quiere privatizar.
Esta semana el gobierno anunció la inminente reglamentación del capítulo del mega DNU 70/2023 del 20 de diciembre que modificó la Ley de Deportes 27.202 e incorporó las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo que habilitaría a grupos inversores a comprar clubes, como sucede en España, Inglaterra, Brasil o Chile. Desde el Gobierno insisten con que las SAD serán opcionales. Le consulté sobre esto a Rodrigo Daskal, sociólogo e investigador del Centro de Estudios del Deporte de la UNSAM, y dijo que “es engañoso” que puedan elegir porque “las asociaciones deportivas están obligadas a incorporar las SAD a sus estatutos en el plazo de un año a partir de que se reglamente el DNU, algo que claramente viola su autonomía”. Esto es un punto nodular, porque el decreto afecta la autonomía de las asociaciones deportivas como la AFA. ¿Y cuál es la clave? Que si la AFA incluyera las SAD en su estatuto, los clubes que sean comprados por capitales privados pueden pertenecer a la AFA y disputar sus torneos, algo que hoy tienen prohibido por estatuto.
El gobierno libertario quiere intervenir a los clubes y las confederaciones deportivas desde el mismo Estado que pretende reducir y destruir. Mejor país del mundo.
El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, dio una conferencia de prensa el martes desde Casa Rosada para defender enfáticamente las SAD. En diciembre de 2019, cuando formaba parte de la Comisión Directiva de Racing, había incorporado su prohibición en el estatuto del club. Dice el artículo 3: “RACING CLUB ha adoptado para sí la forma de Asociación Civil y queda expresamente prohibida la adopción de cualquier otra forma jurídica asociativa o societaria en el futuro”. “Estos son mis principios, pero si no les gustan, tengo otros”, parece decirnos Cúneo Libarona con estos movimientos. Pero en su caso no es una humorada como la de Groucho Marx. Es, más bien, una conducta en la vida.
También dejó en evidencia que no tiene en claro los argumentos por los que ahora cambió de opinión. “El club que más plata maneja es el Bayern Múnich, segundo el Real Madrid, tercero el Barcelona, cuarto el PSG, todos los clubes con capitales privados”, dijo. Pero el 75% del Bayern Munich es de sus socios, y el Barcelona y el Real Madrid no son sociedades anónimas deportivas.
El ministro pegó 1 de 4. Muy poco eficiente. Hay que privatizarlo.
La errática conferencia de prensa de Libarona concluyó con una afirmación sorprendente, si tenemos en cuenta el contexto de aumento de pobreza, indigencia, desocupación y derrumbe de la actividad económica desde que asumió Milei. “Las SAD son una prioridad para el Estado”, dijo. ¿Para el Estado o para quienes buscan hacer fenomenales negocios con una de las canteras de jugadores más importantes del planeta?
Juliana Santillán, diputada libertaria y secretaria de la Comisión de Deportes de la Cámara baja, tiene vínculos fluidos con el empresario Guillermo Tofoni, CEO de World Eleven y uno de los principales impulsores de las SAD en nuestro país. Tofoni está enfrentado a Chiqui Tapia y denunció a la AFA por haberle quitado a su empresa los partidos amistosos de la Selección Argentina en 2022. Tapia a su vez lo denunció por utilizar el nombre de la AFA para emprendimientos deportivos sin autorización.
El 16 de febrero, Santillán publicó en X: “Llega a Argentina el primer grupo interesado en invertir en las Sociedad Anónimas Deportivas”. Adjuntó una foto donde estaban ella, Tofoni, Daniel Scioli —secretario de Deportes, fanático de los cargos en el Estado— y Nicolás Maya, economista colombiano y representante de 777 Partners. Sobre este grupo empresario, Roberto Parrottino me contó que es un holding con sede en Miami, que tiene inversiones que van desde los deportes y el entretenimiento hasta la aviación y que tiene 17 demandas en Estados Unidos, “una de ellas por fraude en un préstamo de 600 millones de dólares y por operar con esquema Ponzi”. Hasta ahora, son los únicos inversores que anunciaron públicamente su interés en el fútbol argentino. No llegan con los mejores antecedentes.
El 26 de diciembre pasado, Milei anunció que el Chelsea inglés estaba interesado en invertir en el fútbol argentino y que podrían presentarse “en un lapso muy corto de tiempo” inversiones por más de mil millones de dólares. Parrotino consultó a tres fuentes cercanas a los propietarios del Chelsea y le dijeron que no hay ningún elemento que indique que tienen interés en incorporar clubes argentinos a su cartera.
Pero no sólo los libertarios quieren las SAD. Mauricio Macri fue pionero y las impulsa desde la década del noventa. Desde 1996 y durante dos años, mientras era presidente de Boca, trabajó en un proyecto para que las empresas puedan comprar clubes. Macri presionó y finalmente Julio Grondona, entonces titular todopoderoso de la AFA, accedió a que la idea se someta a votación de los clubes. Grondona, por supuesto, no estaba de acuerdo. Pero, viejo zorro, entusiasmó a Macri diciéndole que sí, que lo iba apoyar. Le pregunté al experimentado Ernesto Cherquis Bialo el porqué de la jugada de Don Julio: “El poder de la AFA estaba concentrado en River y Boca. Y Grondona no quería pelearse con Boca”. Así, el 20 de julio del ‘98 en el predio que la AFA tiene en Ezeiza se organizó una reunión plenaria ampliada del Comité Ejecutivo. Cuenta Cherquis: “Macri y los especialistas que llevó expusieron durante casi una hora. Mauricio estaba convencido de que, con el apoyo de Grondona, su proyecto sería aprobado. Cuando Macri terminó de exponer, Grondona dijo: ‘Muy interesante, ¿alguien quiere preguntar algo?’. Nadie preguntó. Todos sabían lo que tenían que hacer. El partido estaba liquidado desde hacía meses. Grondona, entonces, preguntó: ‘¿Alguien se opone?’. Votaron 42 personas. Cuarenta y uno levantaron la mano. Grondona, simulando estar a favor del proyecto, no la levantó. Se paró, se acercó al presidente de Boca, lo abrazó y le dijo al oído: ‘Perdimos, Mauri’”.
Veintiséis años después, un Macri mucho más experimentado volvió con todo para que su deseo se haga realidad de una vez por todas.
El recientemente despedido Julio Garro, ex subsecretario de Deportes, era el único funcionario cien por ciento macrista en el gobierno de La Libertad Avanza. Estaba en ese lugar con una única misión: cumplir el viejo sueño del ex presidente. Antes de ser eyectado —con un tuit de la Oficina del Presidente— por sugerir que Messi debía pedir disculpas por los cantos xenófobos —por los que Enzo Fernández ya se había disculpado—, dijo en TN que las SAD no están exentas de riesgo y las comparó con una carnicería que cierra porque le va mal. Un club que atraviesa emocionalmente la vida de miles o millones de personas es, para Garro, como un comercio que cierra. Menos fútbol que la revista Para Ti. Habrá que ver si Diógenes Urquiza, el nuevo hombre de Macri en la subsecretaría de Deportes —Milei ya habló con él para la nueva designación—, expone argumentos más sólidos para defender el viejo anhelo del Mauricio.
Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y mano derecha del Chiqui Tapia, no tiene dudas de que Macri está detrás de la avanzada para imponer las SAD. “Mientras fue presidente también presionó para que AFA admitiera las SAD. Y ahora, a través de Garro, había convencido a Milei de avanzar. En el formato actual, los clubes son una cantera inagotable de talentos y, a su vez, un punto de contención social muy grande para cientos de niños y jóvenes con sentido de pertenencia por su club. Es algo que Macri jamás sintió ni podrá sentir por su condición social de crianza y contexto familiar”. ¿Qué va a hacer la AFA si el gobierno sigue avanzando con las SAD? Según Toviggino, “seguramente Milei recapacite sobre esta situación y deje las cosas como están. En caso contrario, la AFA está preparada para dar el debate con sus clubes y defender el formato actual”.
Hace minutos, el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino emitió un comunicado en el que aclara que se oponen a que se quiera obligar a cualquier ente privado (como lo son las asociaciones civiles) a asociarse a entidades con diferente estructura jurídica, algo que contradice a los estatutos y a la voluntad del socio.
La defensa de la AFA no sólo está apoyada en la negativa de todos los clubes (con la excepción de Talleres de Córdoba) a las SAD sino en la judicialización. Actualmente hay varias medidas cautelares solicitadas contra el DNU 70/23, pero hasta ahora sólo una fue otorgada por la justicia y ratificada por la Sala 1 de la Cámara Federal de San Martín. Es la que presentó la Liga de Fútbol de Salto. La interpretación del fallo está en disputa. El Gobierno afirma que los efectos de la cautelar aplican sólo para esa liga. “La Liga de Salto es la única que está parada por la medida cautelar, nadie más”, dijo esta semana Roque Vítolo, titular de la Inspección General de Justicia. Pero la AFA se agarra del fallo y sostiene que es una suspensión lisa y llana para todo el país. Es decir, están convencidos de que si el gobierno reglamenta el DNU y establece las SAD, no podrán obligar a la AFA ni a ningún club a incorporar las Sociedades Anónimas a sus estatutos mientras la cautelar esté vigente.
Cómo ¿funcionan? las SAD
En el mundo, el modelo SAD se fue extendiendo desde la década del setenta hasta llegar a ser predominante en la actualidad. En Inglaterra e Italia todos los clubes están bajo esa forma jurídica. En España, la mayoría. En Brasil, una gran parte. Julio Frydenberg, especialista en Historia social, cultural y política del deporte, explica de forma contundente qué tiene de virtuoso el modelo de las asociaciones civiles sin fines de lucro: “Tienen siempre una puerta abierta al ejercicio de la democracia. Los socios votan”. Esta es una diferencia sustancial con las SAD, donde los empresarios deciden en función de sus negocios y los hinchas quedan a su merced. Además, la Argentina tiene otra particularidad con su modelo, la función social. “Los clubes en nuestro país son, o tienen la intención de ser, plurideportivos y plurisociales. Esto es totalmente contradictorio con la existencia de empresas, porque como varias de las actividades son deficitarias, ningún empresario querría tenerlas”.
Tres días antes de que la Selección se consagrara bicampeona de América, Milei posteó en X una foto de la formación titular que le ganó la semifinal a Canadá y escribió: “PREGUNTA TÉCNICA: Si AFA se opone a las Sociedades Anónimas Deportivas ¿por qué motivo permite que el plantel titular provenga de estas sociedades? ¿Acaso será que los resultados son importantes y las SADs tienen a los mejores? No más socialismo pobrista en el fútbol. VLLC”. Un usuario le hizo notar al Presidente que “todos los futbolistas se formaron en clubes que son de los socios”. Touché. “¿Qué querés? Si era arquero”, hubiera dicho Diego sobre el Presidente. Descolocado, Milei respondió: “Se nota que sos muy orgulloso con la ajena y obviamente no te interesa la calidad del espectáculo ni el nivel de competitividad de nuestra liga. Tu romanticismo (con la ajena) más temprano que tarde matará a nuestro querido fútbol argentino”. Una respuesta insólita, porque a pesar de sus problemas, el modelo de asociaciones civiles de los clubes es una de las cosas que funcionan bien en nuestro país. La singularidad argentina: con asociaciones civiles sin fines de lucro nos mantuvimos en el fútbol de elite, de alta competencia.
Argentina es una de las canteras de jugadores más relevantes y la Selección es la más exitosa del planeta desde 1978: es la que más veces ganó la Copa del Mundo (3), la que más finales disputó (5, igual que Alemania), la que más medallas olímpicas ganó (2, igual que Brasil) y la que tuvo a los 2 mejores jugadores de todos los tiempos, Diego Armando Maradona y Lionel Messi. En la AFA creen que con las SAD los futuros seleccionados nacionales estarían en peligro. ¿Por qué? Porque dicen que las empresas se llevarían a los cracks desde muy chicos y los nacionalizarían en otros países.
El que romantiza, en realidad, es Milei. Dice que con las SAD los cracks del fútbol se van a quedar en Argentina. Pero Brasil, por ejemplo, que tiene sociedades anónimas deportivas, no puede retener a sus figuras. Palmeiras vendió a Endrick, cuando tenía 16 años, al Real Madrid. Atlético Paranaense hizo lo propio en 2023 con Víctor Roque, que cuando cumplió 18 se fue al Barcelona. Chile también tiene SAD, pero el modelo no le ha funcionado bien: su liga no es comercializable, no despierta interés y no genera jugadores. Y los pocos que genera tampoco los puede retener.Es difícil encontrarle a Milei una conexión emocional que no sea con sus perros o con su hermana Karina. Tal vez por eso no pueda entender qué significan los clubes para millones de personas. Donde él ve un potencial mercado, nosotros vemos a nuestros viejos, viejas, hermanos o amigos que nos transmitieron una pasión. El Presidente, que dijo haber sido hincha de Boca, contó que en la final de la Copa Libertadores de 2018 que River ganó en Madrid, cuando entró Fernando Gago, “otro acto de populismo”, pasó a hinchar por el millonario. Sólo una persona que no siente amor puede reaccionar así.