Por Emiliana Cortona
El recuerdo de la reportera gráfica que descubrió a Gustavo Prellezo caminando libre por la calle.
El 25 de enero de 1997 la banda de Los Horneros secuestró a Cabezas cuando salía de la fiesta de cumpleaños del empresario postal Oscar Andreani en Pinamar.
Lo llevaron hasta una cava, donde Gustavo Prellezo lo asesinó de dos disparos en la cabeza e incendió su cuerpo dentro del auto con el que trabajaba. El operativo fue supervisado por policías de la Bonaerense.
La Justicia determinó que el empresario Alfredo Yabrán había sido el autor intelectual "mediato" del asesinato de Cabezas y su jefe de custodia, el sargento del Ejército Gregorio Ríos, el autor "inmediato".
Lola Ripoll es reportera gráfica y activista en la lucha por justicia y memoria de José Luis Cabezas. Tenía 15 años cuando asesinaron a Cabezas. Se acuerda cuando escuchó la noticia y del momento en que un año después anunciaron por televisión el suicidio de Yabrán.
“Viene mi mamá de la cocina, secando unos platos y me dice: “Nooo, se suicidó Yabrán”. La imagen le quedó grabada: una camilla con una bolsa roja mortuoria en la que llevaban el cuerpo a la morgue.
En 2012, Ripoll fotografío a Gustavo Prellezo incumpliendo su prisión domiciliaria.
Había sido condenado en el 2000 a perpetua como "autor material" del asesinato de Cabezas. Desde 2010 cumplía prisión domiciliaria.
“No podía salir de su casa, pero consiguió un permiso de dos horas para ir a cursar a la facultad de Derecho de La Plata. Le faltaban pocas materias para recibirse de abogado”.
En 2012 Ripoll se enteró de que tenía que rendir un examen. Fueron tres horas antes e hicieron guardia en la puerta de la casa. Lo esperaron. Lo vieron salir y lo siguieron. “Fue tremendo, me dio piel de gallina. Se manejaba libremente. Iba a donde quería. Nadie lo controlaba”.
“El problema no era que estudiara. El tema era que se movía con total libertad y que esas dos horas no existían”.
“Tiene una actitud para caminar como medio encorvado pero bien de policía. Vos ves la mirada, la energía que irradia y no tiene alma. Lo ves vacío, con odio”.