El Taller Popular de Serigrafía (TPS) fue un colectivo de activismo artístico nacido al calor de la revuelta social que estalló en la Argentina el 19 y 20 de diciembre de 2001, y que inició un período signado por un clima de inédita inestabilidad institucional y continua agitación callejera, así como por la emergencia de lo que se dio en llamar “nuevos protagonismos sociales”. En febrero de 2002, dos participantes de la asamblea popular del barrio porteño de San Telmo, los artistas Mariela Scafati y Diego Posadas, propusieron producir serigrafías para difundir las actividades de la asamblea y enseñar a otros esta técnica como alternativa laboral. Así nació el grupo, al que se sumaron muy pronto Magdalena Jitrik y otros artistas. Se volcaron a producir serigrafías en contextos de protesta, montando el taller en medio de marchas, actos y otras convocatorias. De manera casual pasaron a estampar –además de papeles– sobre las prendas de vestir de los manifestantes (camisetas, pero también buzos, pañuelos y luego banderas) en los actos del movimiento piquetero, sindical, estudiantil, de derechos humanos, de fábricas recuperadas, etc.
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Si bien el TPS se disolvió en 2007, sus integrantes conservan 80 chablones como archivo, que usan al intervenir en exposiciones, ediciones y, especialmente, para reactivar la historia del grupo al conectarla con prácticas activistas actuales. En 2016, la Colectiva Lohanna Berkins desempolvó el viejo chablón del TPS que homenajeaba a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, piqueteros asesinados en la masacre de Avellaneda en 2002, para combinarlo con el reclamo por Diana Sacayán, militante trans asesinada en 2015.