Lorenzo Serra es un joven "pensador" italiano (las comillas sugieren la búsqueda constante de un trasfondo irónico en el que basar esta actividad "inmersiva") y un aficionado a la Roma.
Estas son las "vocaciones" que marcan sus días: el fútbol y la filosofía. Esta última se entiende como la continuación de ese "pensamiento vivido" que, con toda probabilidad, se originó en esos interminables partidos jugados, con mayor o menor fortuna, en las afueras de Roma.
Sus estudios tuvieron lugar en el Departamento de Filosofía de la Universidad de la Sapienza de Roma, donde se graduó con una tesis sobre un pensador francés, titulada "Jankélévitch: Problema de la trascendencia y transformación del mundo".
Ahora, con la necesaria "lentitud de pensamiento", está terminando su tesis para el máster, centrada en el pensamiento del joven György Lukács.
Una constelación de autores, de Jankélévitch a Lukács, y, de nuevo, de Marx a Dostoievski, pasando por Hölderlin y Lenin, acompañan su pensamiento en esta época de crisis y transición, en la dirección de un "existencialismo espiritual", íntimamente inseparable de una perspectiva "revolucionaria-comunista".
En el fútbol (y en la vida) se siente atraído por lo inacabado, por lo que encierra un potencial de explosión, por aquellos equipos que hacen del juego ofensivo una Weltanschauung capaz de desafiar las categorías dominantes.
Le apasiona escuchar "Cyrano" de Guccini y ver las películas de Massimo Troisi y Nanni Moretti, con quienes, a su pesar, comparte numerosas obsesiones (y tics).