Martín Vicente se crió en Matheu, un pueblo de Escobar que no tenía librerías ni disquerías y donde las revistas que le interesaban llegaban sin continuidad. Antes de su nacimiento en 1980, le aseguraban siempre, era igual. Cuando iba a la primaria, en el vivero de su familia entrevistó a Fernando De la Rúa, cliente habitual con su clásica campera de campaña.
Aunque difícilmente de esa escena haya nacido su interés por la política, que lo llevó a doctorarse en Ciencias Sociales en la UBA y a ser investigador del CONICET en la UNCPBA, suele recordarla cuando vuelve de las sierras de Tandil a la planicie de Matheu. Donde, por otra parte, sigue sin haber librerías, menos aún disquerías y donde las revistas persisten en el ritmo discontinuo de siempre.
Las dos preguntas que más le han hecho en su vida son "¿Cuál es el apellido: Martín o Vicente?" y "¿De qué color ves esto?", dado que es daltónico.