El consumo sin filtro


Narco y necro: la estética del capitalismo 

El narco produce cultura: imágenes, mercancías, moda, relatos. Su estética no es mal gusto ni es sólo colombiana: es latina por destino, es la estética del capitalismo. Sus gustos se regodean en un yo que se legitima por sus billetes, sus viajes, su moral. Hace realidad el "dream" de un consumo sin filtro. "Es el capitalismo gore, necro o como quieran llamarlo", dicen los autores del proyecto Narcolombia, que supera el análisis del tema desde una perspectiva de clase, de guerra y colonial y lo reconoce como una expresión de nuestros modos de ser y de habitar la época.

Imagen de portada: Collage de Gabriel Linares

Texto publicado originalmente en Altair Magazine 

Cuando se habla de Narcolombia, nos imaginamos Narcos de Netflix o Escobar el patrón del mal de Caracol o los documentales y ficciones que hablan de la genialidad del mal de los narcos; nos llega mucha noticia de gozo mediático, arte problemático, escándalos políticos y seducciones turísticas. Todo se resume en Pablo Escobar, el che Guevara de nuestro tiempo, o el colombiano más pop-star. Somos la tierra de Pablo. Bueno, también de Shakira, J Balvin y Maluma.

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Narcolombia es «líneas de investigación y creación sobre estética y narcotráfico en Colombia» [1] que viajan sobre lo narco como producción cultural; por eso, es moda, música, imágenes, arte, mercancías, objetos y relatos narco. Esta experiencia devela que la narco-estética no es mal gusto, es otra estética, la del nuevo riquismo prometido por el capitalismo. Trump, Bolsonaro, Bukele, Berlusconi, Uribe, Chávez, Zuckerberg, Bezos, Maluma y siga listando… No son narcos, pero habitan los valores de la narco-cultura y expresan en sí mismos y en sus modos de actuar la narco-estética. No es la estética colombiana, es la del capitalismo.

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  • La verdad, los narcos molestan por sus gustos, pero su dinero nos hace bien, le hace mucho bien al capitalismo. ¿Pero qué hacer cuando grandes secciones de la población de toda una sociedad se comporta de modo narco? Decir «moralmente» que son nuevos ricos, que son de gusto narco o asumir que les tenemos envidia porque ellos y ellas sí tienen el dinero y el atrevimiento social para exponer su gusto ostentoso, exagerado y desproporcionado. Asumir que ellos y ellas sí fueron capaces de elevar su gusto a estatus social del éxito. Reconocer que pasaron de nosotros, los supuestamente ilustrados y éticos. Pasaron de nosotros y eso jode. Y eso es el capitalismo gore o necro o como quieran llamarlo.

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  • La narco-estética se comprende desde una óptica moralista (de clase) o exhibicionista (por los artistas) o como problema cultural (por los académicos) o como pecado nacional (por los políticos), pero es la evidencia de las diversas formas de blanqueo y lavado de activos intelectuales, políticos y éticos que produce el capitalismo. Por eso, moralizar la narco-estética es un acto de arrogancia, porque lo narco es la moral capitalista de billete mata cabeza; todo se compra (sobre todo la ley) y el éxito se exhibe en capital y consumo. En este sentido, lo narco es el espejo donde ver en qué consiste nuestro capitalismo actual.
  • El gusto narco es el gusto auténticamente capitalista: ese del yo, el yo valgo por el billete, yo soy mi visaje, yo soy mi consumo y mi moral.  Lo narco es colombiano por destino: producimos la mayor cantidad de hoja de coca del mundo y tenemos la épica de Pablo Escobar, pero lo narco es capitalista por ética y expresa nuestro capitalismo cultural. No es Colombia, es el capitalismo, y el capitalismo soy yo.

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  • El narco hace realidad eso de un capitalismo para todos: directo, sin intermediarios, sin Estado, sin impuestos, sin moral, sin filtro. El narco es el auténtico entrepreneur prometido por el capitalismo. Pura creatividad para delinquir. Pero esa creatividad se debe a que los narcos son mecenas de investigación, creación e innovación, ya que contratan científicos brillantes para que diseñen submarinos, para que hagan cocaína negra en vino, para que impriman libros con tinta de cocaína y piensen muchos más inventos de genio científico. Y, además, contratan a los mejores pilotos, banqueros, marchantes de arte, policías, jueces y políticos. Y usan las tecnologías de punta de manera sofisticada; nadie como ellos sabe hacer aprovechar el mundo digital. Los narcos financian la posibilidad de innovación, creatividad y emprendimiento; aquello que los ministerios de Ciencia y Tecnología del Estado dicen hacer y no concretan.

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  • Este negocio es la mejor y más cuidada organización de la integración mundial: unos países producen (Colombia, Perú, Bolivia), otros circulan (los países centroamericanos), otros comercializan (México, Estados Unidos, España), muchos consumen (Estados Unidos y Europa como mercados prioritarios) y pocos ganan (los capitalistas dueños del negocio). Financia la ciencia y la tecnología innovadora. Crea una cultura de consumo que moviliza la economía formal. Entonces, los expertos en comercio mundial deberían estudiar esta «buena práctica» para imitar este caso de éxito de la integración a escala de los mercados y la globalización, ese sueño capitalista de convertir al mundo en un único mercado. Nadie viaja e integra mejor que los narcos.

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Asistimos a la gobernanza criminal del mundo y todo porque los Estados decidieron hacer la guerra y la violencia más que la salud pública y los derechos humanos.  Y todo porque somos súbditos de USA. La mata de coca no mata, lo que mata es la violencia gringa.

  • 269 millones de personas consumen sustancias psicoactivas en todo el mundo. Drogas depresoras, o estimulantes; alucinógenos, inhalantes, cocaína. Y no incluye el alcohol. Cada tipo de droga guarda una relación social con su consumidor, con su habitus y construye un estilo de vida. En esta forma de relacionarse entre el consumidor y la droga juegan un papel sumamente relevante el asunto de la legalidad de la sustancia y de los imaginarios sociales creados entorno a ella. Mientras las políticas made in USA convierte en criminal al consumidor, la industria pop made in USA maravilla con el potencial de vivir en las drogas.

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Lo narco concreta el «capitalist dream»: capitalismo para todos, para que podamos participar del consumo de marcas, estilos, viajes, objetos, arquitecturas, relojes, felicidades capitalistas. Lo narco es una revolución capitalista.

Hay que dejar de seguir analizando la estética y ética narco desde una perspectiva de clase (los de buen gusto y moral), una perspectiva de guerra (los Estados deciden los enemigos) y colonial (un problema de latinos y del mal gusto de los pobres), para pasar a reconocerla como expresividad de nuestros modos culturales de ser y habitar la vida en el capitalismo. Lo narco es colombiano y latino por destino, pero capitalista por ética; tanto que, si Trump fuera presidente de Colombia, le llamarían un narco-presidente.

Tutorial narColombia

(1) El narco expresa la entrada del pueblo al capitalismo: el ideal del «hombre» hecho a sí mismo.

 

  • (2) El narco testimonia la ética del ascenso social vía el consumo de lujos, propiedades, cuerpos en espíritu festivo.
  • (3) El narco devela el alma/la moral/los valores del capitalismo.
  • (4) El narco expresa las violencias instauradas en machismos, pobrezas, militarización y sexualización de los cuerpos.
  • (5) El narco es un gusto popular & pop contraburgués y postmoderno.
  • (6) El narco no es ese discurso moral de «dinero fácil», «vida fácil»; es dinero muy trabajado, vida muy difícil, de ahí lo festivo de la celebración.
  • (7) El narco expresa la liberación de los órdenes sociales, morales y políticos.
  • (8) El narco vive para contar sus épicas vi-vidas en redes digitales, música, arquitectura, fiesta y consumo.
  • (9) El narco es mecenas de invención química, tecnológica, política, arquitectónica, artística.
  • (10) El narco es el modelo orgánico más eficiente de integración del libre comercio latinoamericano.
  • (11) El narco todo lo bendice y se lo juega religiosamente en la Virgen, amén.
      • Esta historia es obra de Gabriel Linares y Omar Rincon y forma parte del proyecto NARCOLOMBIA, un trabajo de investigación cultural, artística y periodística realizado por el colectivo NARCOLOMBIA formado por Omar Rincón, Lucas Ospina, X. Andrade y la Universidad de los Andes de Bogotá.