Crónica

Aborto legal


“Nunca me criticaron tanto y nunca me importó menos”

La del 4J fue la primera marcha Ni Una Menos para Dalma Maradona. Unos días antes, se había viralizado una selfie suya, con el pañuelo verde a favor del aborto. Su corazón feminista, sus anti-modelos femeninos y la pregunta reciente que se animó a hacerle a su mamá para saber de qué lado está.

Texto publicado el 11 de junio de 2018.

Me bajé del avión, recién llegada de la luna de miel, y me fui a la marcha. La del 4 de junio fue a mi primera marcha NiUnaMenos. Tuve la oportunidad de ir y de estar junto al colectivo Actrices Argentinas haciendo fuerza para que salga la ley por la legalización del aborto. Me di cuenta de que había muchas niñas con el pañuelo verde que sabían lo que estaban haciendo. Eso me emocionó muchísimo, me hizo pensar que yo con 10, 15 años, no sé si hubiera tenido esa lucidez o ese lugar para manifestarme como se manifiestan estas hermosas pequeñas.

Fui a un colegio doble escolaridad desde sala de 5: inglés a la mañana, castellano a la tarde. Para mí era genial, todos me conocían desde chiquita, era una más. Pero cuando entro a la universidad pública me doy cuenta de que el colegio era, un poco, una burbuja. Me encontré con otras realidades, como gente que cursaba a la mañana y tenía un trabajo a la tarde y otro a la noche para poder mantenerse y hacía la carrera con un amor y un esfuerzo… Y yo capaz me quejaba porque tenía que madrugar. Eso también me hizo valor el espacio que me había ganado ahí adentro y al mismo tiempo sabía que no por eso me lo merecía menos.

Siempre tuve una mirada feminista de la vida en cuanto al trabajo, al amor, en cuanto a todo. Y eso ahora está mucho más manifestado en mí. Por ejemplo, siempre fui bastante crítica con mi mamá y con mi hermana. Desde chica tuve claro que no iba a seguir el camino de mi mamá que después, sin querer, repitió mi hermana. Me refiero a dejar lo que una ama y le gusta hacer por acompañar a otra persona a lograr su proyecto. En su momento fue mi papá que estaba en otro país jugando al fútbol, después fue el marido de mi hermana también, lo mismo, en otro país jugando al fútbol. Por otro lado, compartía un enojo de mi hermana. Cuando ella contaba que estaba embarazada -era muy chica, a Benja lo tuvo a los 20-, le decían: “Uy, bueno. ¿Qué pasó?”. La enojaba tener que explicar que convertirse en madre era una decisión. 

Yo tenía clarísimo que no quería seguir ese camino.

Me parecía que, aunque sonara egoísta, tenía mis prioridades y no iba a dejar de hacer lo que me gustaba por seguir a alguien. Eso lo pude sostener en el tiempo. Hoy tengo una pareja que me apoya tanto en mi trabajo como en mis pensamientos, y creo que tiene que ver con eso, con lo que yo buscaba para mí.

Mientras estaba en mi luna de miel me agregaron al grupo de whatsapp de Actrices Argentinas. Somos muchísimas. Yo agarraba el celular ¡y tenía 900 mensajes! Las más organizadas te retan: “Corazoncitos no manden porque no suman nada, ocupen espacios para decir algo”. Hay muchas actrices a las que admiro como actrices y porque se pusieron al hombro esta ley.

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A la marcha fui con culpa porque no había participado de las asambleas ni de nada, no quería sacarle el lugar a nadie. Llegué, empecé a disculparme y enseguida me dijeron: “¡Ya fue, vení atrás de la bandera!”. Se respiró un amor total. Te encontrabas con gente a la que no conocés tanto, te dabas un abrazo impresionante: “Qué lindo verte acá”.

Estamos en la misma. 

Mi mamá me acompaña. Yo tenía miedo de hablar con ella. Temía que, por diferencias generacionales, ella pensara diferente o me saliera con eso de las dos vidas. Si lo hacía, se me iba a romper el corazón.

 

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Yo me iba de luna de miel. Soy muy desorganizada y mi mamá todo lo contrario, por eso siempre me ayuda a hacer las valijas. Estábamos en ese momento, saqué el tema y me sorprendió muchísimo. Con mi abuela no tocaría el tema, y eso que mi abuela es la más piola del mundo, mi persona preferida en la Tierra. Pero con mi mamá empezamos a hablar y fue una alegría total saber que pensamos igual. Incluso me explicó algunas cosas. Yo estaba muy indignada con los que están en contra, corren el foco del debate y mezclan temas. Mi mamá, que es conciliadora e inteligente, me dijo: “Dalma, hay gente que piensa distinto y es así, vos no vas a poder lograr que piensen como vos querés”.

Cuando puse una foto de la marcha en mis redes sociales y otra con el pañuelo verde, me insultaron como nunca en mi vida. Pero nunca me importó menos. Por primera vez me siento así de segura de defender algo como la legalización del aborto.