A Verónica Ocvirk siempre pero siempre le gustó escribir; se la pasaba participando en cuanta revistita escolar o barrial tuviera a mano. Cuando terminó la secundaria estaba entre seguir Letras y Comunicación. Se compró la Guía del Estudiante y el programa de Comunicación la enamoró.

A veces reniega de la profesión, pero sabe también que jamás podría haber hecho otra cosa. 

Es periodista free lance todo terreno desde hace muchos años (unos veinte o veintiuno), con algún paso muy fugaz por la relación de dependencia (que definitivamente no es para ella, que siempre repite: ni dios, ni patrón, ni marido).

Hoy colabora con Le Monde Diplomatique, Página/12, Convivimos y Diario sobre Diarios. Antes lo hizo para Playboy, El Gourmet, Viva, Ñ, Tiempo Argentino, Ohlala, Entrecasa, Nueva y muchas otras. 

Su autor favorito en el campo del periodismo es Günter Wallraff, su trabajo es de lo más valiente y noble que conoció en la vida, dice. 

Su gata se llama Trastorno.