Roberto Gargarella está agradecido con la Facultad de Derecho por lo que considera el mejor regalo que le pudo haber hecho: permitir estudiar Sociología. La dictadura militar hacía apenas un año que había terminado en la Argentina, y en su primer día como estudiante de abogacía se dio cuenta de que las clases de Sociología se dictaban en el subsuelo del clásico edificio sobre la Avenida Figueroa Alcorta. Hizo doblete. Pero asegura que fue después de terminar ambas carreras que surgió su interés por el derecho. Fue cuando se anotó en los seminarios que dictaba el filosófo del derecho Carlos Nino. Al poco tiempo estaba trabajando con él y en las meriendas con ese grupo cuenta que aprendió más que con los dos doctorados que hizo, primero en la UBA, y luego en la Universidad de Chicago. Hasta la ciudad estadounidense llegó en los años 90 para formarse con un grupo de  marxistas analíticos que estaban refugiado en esa casa de estudios, y con los que aún sigue vinculado.

 

En el largo curriculum de Gargarella figura que es abogado, jurista, sociólogo, escritor y académico especialista en derechos humanos, democracia, filosofía política, derecho constitucional e igualdad y desarrollo. Es también profesor en la Universidad Torcuato Di Tella y en la Universidad de Buenos Aires. Además, dirige la Revista Argentina de Teoría Jurídica.

 

Gargarella sólo escribe cuando tiene ganas y le sobran. En las posibles categorías de lectores es de la especie Atilas, el rey de los Hunos que aseguraba que por donde él pasaba no crecía el pasto. Gargarella lee y hace anotaciones que provienen de un alfabeto propio que tiene desde sus días de estudiantes. Entonces después de que termina con un libro no hay posibilidades de que le vuelva a crecer el pasto.