Cecilia Devanna supo desde tercer o cuarto grado que quería ser periodista. Como recordatorio todavía guarda el carnet del taller de su escuela primaria, con una foto en la que se la ve sonriente, con los dientes torcidos, y el cargo de “redactora”. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde también hizo la Maestría en Periodismo.

 

Empezó en los medios trabajando como asistente de producción en X4, la radio de Cuatro Cabezas. Después entró a la editorial Televisa, desde donde pudo hacer una de las cosas que más le gustan: viajar. La mandaron a hacer coberturas a Toronto, Montevideo, Punta del Este, Ushuaia, Mendoza, San Pablo, las Islas Caimán, Londres, y Los Ángeles.

 

Buscando llegar a escribir policiales, pegó el saltó a Infojus Noticias, donde lo primero que le tocó cubrir fue la explosión de un edificio en la ciudad de Rosario. Todavía se acuerda de los nombres, las historias de vida de varias de las víctimas y la forma en que los esperaban sus familiares. A partir de allí cubrió crímenes, derrumbes, femicidios, el caso AMIA, y todo tipo de juicios.

 

Fanática de la fotografía, estudió en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York. De esos días, además de la técnica, guarda la recomendación de un profesor que le dijo que siempre que pudiera fuera caminando a los lugares, pero que cambiara los recorridos, para que el ojo no se acostumbre a dejar de ver cosas nuevas. Lo hace a diario. Le gusta hacer tomas de paisajes y de personas, sin que se den cuenta.

 

Actualmente trabaja en la sección Política del diario Perfil y al terreno de la crónica llegó en 2012, tras instalarse entre los duros del SAME, para contar la vida de los que viven ansiosos, esperando la inminencia del desastre.

 

Optimista, siempre trata de ver el lado positivo de las situaciones y personas. Está convencida de que si uno presta atención, siempre encuentra, aún en las situaciones más adversas o difíciles, gestos que devuelven la esperanza. Y por eso suele sonreír.